Deywilk Tavárez: Novato del año, División 1 de NCAA en su conferencia
Lo dice el Grupo Niche: «Una mirada bastó…» Fue suficiente para Wilkin Tavárez. El exjugador de baloncesto salió de su entrenamiento junto a su amigo Benito Flores.
Hizo una parada en el pabellón de voleibol y ahí la vio. A ella, Deyaniris Rodríguez y «usentes las palabras, mi cuerpo vibró» y de ahí en adelante solo miraba por los ojos de ella.
Ella jugaba voleibol superior de Los Prados y su futuro esposo, también jugó de ese equipo, en baloncesto.
En un juego de baloncesto, un amigo en común le interodujo a la «rubia» y el resto es historia. De esa unión, el primer producto que ofrecen a la sociedad es Deywilk Tavárez Rodríguez, el jugador de baloncesto, nacido en Puerto Rico, que siguió los pasos del sus padres en el deporte.
De una forma ascendente Deywilk ganó el premio de Novato del año de su conferencia Mid-Eastern Athletic Conference (MEAC), informan sus padres, sobre el chico, armador de los Hornets de la Universidad de Delaware State.
El jugador de primer año cosecha éxitos.
Se ganó la titularidad y estuvo cerca de ganar el partido que le hubiera dado el boleto al torneo de la NCAA, o la Locura de Marzo.
Al finalizar su temporada, Tavárez está dentro de los finalistas para el premio de «Freshman of the year» (Jugador de primer año) 2023-24 a nivel nacional División 1, que se denomina Kyle Macy, según se anunció el pasado 28 de marzo.
Uno de sus pasos significativos fueron sus 20 puntos para un triunfo 71-58 contra North Carolina Central, que le dio el boleto para el juego por el campeonato de la MEAC, de cuya conferencia fue electo cinco veces «Novato de la semana».
El chico de 19 años nació en Bayamón, Puerto Rico y es hijo de padres dominicanos, ¿y entonces, la selección nacional?
Ese es un tema para otro tomo, pues ha recibido poca atención para una oportunidad de vestir el uniforme nacional.
Un proceso
La pasión por el baloncesto de DeyWilk (no se confundan, es la combinación de las letras iniciales de los nombres de su padre) nació cuando el chico tenía entre «siete y ocho años», aunque también probó otros deportes, coinciden sus progenitores.
Pero «le cogió un gran cariño al baloncesto», señala Wilkin. En AIU, el coach le resaltó la disposición para este juego del niño. También se entrenó con el exjugador de la selección nacional, Luis Flores, quien ofreció la misma visión sobre este chico.
Un aspecto favorable del joven jugador es su disciplina, lo que destacan sus padres.
«Es un niño muy trabajador», señala la madre, «Niris», como le dice su esposo. «Nosotros lo sabemos llamar cuando está en la universidad a las 10 de la noche y lo vemos caminando oscuro por la calle del campus».
Vienen las preguntas:
-«¿para dónde tú vas?
-«para la cancha».
-¿A qué?, pregunta la madre.
-«A tirar. Y sabe salir de la cancha a las 12 de la noche porque estaba tirando».
Otro ingrediente es que también «tiene liderazgo», para ser un jugador de primer año.
Wilkin, quien fue miembro de la selección nacional juvenil medallista de plata de los Juegos Nacionales de Mao, 1997, fue determinante para que el joven pasara de escolta a armador, sugerencia que acogió y de eso disfruta hoy sus logros.
¿Y de los estudios? pues, de igual manera su rendimiento es óptimo, incluso con diploma de reconocimiento por ser estudiante de h onor. Es estudiante de kinesiología. Bien ha seguido la senda de sus padres: ella estudió mercadeo en la Universidad Central de Bayamón, de Puerto Rico y él administración en la American University, de ese país.
Deyaniris, la madre, en forma de broma, comenta que DeyWilk es mejor que su papá en esa edad jugando al basket. Wilkin, fuera de toda vanidad, lo reconoce: «Claro, claro. Me lleva la milla a mí». Y se ríe.
Aún así, su compañera de vida le rinde tributo reconociendo el gran trabajo que en el baloncesto ha hecho su esposo con el primero de sus cuatro hijos.
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«Sabe salir de la cancha a las 12 de la noche porque estaba tirando»
Deyaniris Rodríguez
Madre de DeyWilk
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