Entusiastas y comprometidos con la ayuda humanitaria: así eran las siete víctimas del ataque de Israel a WCK
Damian Soból, polaco de 35 años
Comenzó a trabajar con WCK en 2022, justo después del comienzo de la invasión rusa a gran escala en Ucrania. Soból, que este año habría cumplido 36 años, era de Przemysl, la primera ciudad en el lado polaco de la frontera con Ucrania. Cuando cientos de miles de ucranios comenzaron a huir en las primeras semanas de la guerra, él se unió a la ONG del chef español primero como traductor y después, como coordinador de la ayuda de emergencia, como recoge la televisión polaca TVN.
El compromiso del voluntario polaco le llevó a continuar trabajando con WCK dentro de Ucrania, en Kiev, Lviv, Bucha y Járkov. Él se ocupaba de montar las cocinas de emergencia y de la logística. Al comenzar la guerra en Gaza, se unió al proyecto que preveía cocinar en Egipto para los refugiados de la Franja. Con el tiempo, la misión consiguió entrar en Gaza para trabajar desde dentro, aunque con mucho más riesgo.
Quienes coincidieron con él le recuerdan por su empatía y optimismo, incluso en las peores circunstancias, según testimonios recogidos por la prensa local. Soból planeaba comprarse un piso en Varsovia y casarse con su novia ucrania, pero por su trabajo, aún no tenían fecha.