Crisis en Haití | Dicen, pero no hacen
La ONU dice, la OEA dice, la Unesco dice, el Caricom dice, la Unión Europea dice, Estados Unidos dice. Todos los organismos o países con algún tipo de capacidad de solución lo dicen: que están preocupados por la crisis en Haití y que se hace urgente una intervención.
El problema es que los días pasan y pasan y pasan, y todo se queda en el dicho, nada pasa al hecho.
La situación en Haití no aguanta más cartas ni declaraciones, requiere de acción urgente y contundente, porque mientras la llamada comunidad internacional sigue «preocupada», las gangas intentan tomar el Palacio Nacional haitiano. Entretanto, ocupan instalaciones como el mayor hospital y la librería nacional para posicionarse de cara a un posible ataque externo.
En ese escenario, esa comunidad internacional presiona y lanza cuestionamientos hacia el manejo dominicano de la relación con Haití, cuando no cumple con su deber moral de ir al rescate de un estado fallido en medio del continente americano, una labor que no corresponde a la República Dominicana, más allá de mantener, como ha hecho, una actitud de buen vecino.