Las autoridades de Francia hallan los restos de un niño de dos años desaparecido en julio
Los restos óseos del pequeño Émile Soleil, un niño de dos años y medio cuya desaparición conmocionó a Francia en julio pasado, han sido encontrados tras meses de incertidumbre, según informó este domingo la Fiscalía. El hallazgo se produjo este sábado en las proximidades de la aldea donde había desaparecido, denominada Haut-Vernet y ubicada en el departamento de Alpes-de-Haute-Provence (sureste de Francia). En esta localidad, situada a 1.200 metros de altura, viven apenas 25 personas.
Un análisis de ADN permitió confirmar este domingo “que eran los huesos del niño Émile Soleil”, según indicó la Fiscalía de Aix-en-Provence, citada por la cadena pública FranceInfo. En los próximos días la Gendarmería francesa se encargará de realizar pesquisas complementarias en el lugar del descubrimiento, así como del análisis de los huesos del niño, para intentar esclarecer las circunstancias de la muerte.
Émile Soleil había desaparecido de la casa de su familia en julio pasado sin dejar rastro. Los investigadores inicialmente solo contaban con el testimonio de dos vecinos que habían declarado haber visto de lejos al niño saliendo de su hogar y caminando solo por una calle descendente. Ninguna hipótesis fue descartada, si bien desde el principio las autoridades apuntaron que sería muy difícil encontrarlo con vida en el caso de que se tratara de una desaparición por su cuenta, una vez pasados los primeros días.
Émile había llegado a la aldea para pasar el verano en una residencia de sus abuelos. La familia, originaria de La Bouilladisse, cerca de Marsella, veraneaba en Haut-Vernet desde hace más de dos décadas. La Fiscalía informó en su día de que los padres no se encontraban en la aldea en el momento de la desaparición.
Durante las primeras operaciones de búsqueda, el pasado julio, varios rescatistas —ayudados por unos 500 voluntarios, según la prefectura de los Alpes de Alta Provenza— peinaron un perímetro de cinco kilómetros a la redonda de la localidad. También interrogaron a todos los habitantes del pueblo y registraron las 30 casas y los 12 vehículos estacionados en el pueblo. Todo fue en vano hasta este sábado 30 de marzo en que aparecieron los restos del pequeño Émile.
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