Carmen Linares sobre el arte, el alma y el flamenco
«Ojalá el flamenco, la música y la cultura pudieran ablandar más corazones», afirma la cantaora española Carmen Linares, que en 2022 ganó al Premio Princesa de Asturias de las Artes 2022 junto a la bailaora María Pagés y que está convencida de que el arte, en todas sus facetas, «hace mejor» al ser humano.
«Todo arte engrandece al ser humano, pero no solamente se necesita cultura. Se necesitan cosas como la empatía y la solidaridad, que pueden lograr grandes cosas.
Pero ojalá que la música pueda ablandar más corazones, porque hay algunos que se ablandan, pero otros es más difícil», expresa la cantaora (Linares, 1951) en una entrevista con Efe.
Linares, una de las voces del flamenco con más proyección internacional, confiesa que sus mayores aprendizajes a lo largo de su extensa carrera han sido vivir cada etapa «tranquila», sabiendo que está «en el camino», y cultivar valores como la simpatía y la comprensión.
«Creo que un artista tiene que tener esos valores para poder transmitir aquello que haga; intento hacer feliz a los demás, ponerme en su lugar y vivir y dejar vivir», asegura la artista que ha triunfado en escenarios de Londres, París o Nueva York.
Llegar al alma del público
Linares, Premio Nacional de Música de España, reconoce que después de más de 50 años de carrera continúa poniéndose nerviosa al subir al escenario.
«Aunque tenga nervios, sobre todo al principio, porque te preguntas si gustarás y si despertarás emociones al público, cuando sales y ya ves que todo va bien, disfrutas de verdad. Entonces me siento muy afortunada».
Su objetivo continua siendo «llegar al alma del público» y, lo más importante, sentir lo que está haciendo y transmitirlo cuando está sobre el escenario.
«A veces es difícil llegarle al alma al público, pero si se consigue… Esa creo que es la finalidad de todo artista: emocionar, llegar al corazón, dar alimento al alma del público y hacer sentir con la música«, subraya.
El flamenco, un arte en evolución
Linares se muestra convencida de que el flamenco «siempre va a estar ahí» porque es una música «de raíz» y «una de las mejores del mundo».
Defiende, no obstante, que los artistas de este género deben hacer «buen flamenco» e intentar acercar esta música a la juventud.
Para la cantaora es importante, además, aceptar que es un arte que está en constante evolución, algo que ve necesario y positivo.
Preguntada por la fusión del flamenco con otros géneros musicales que están desarrollando sobre todo artistas jóvenes, afirma que está «completamente a favor», siempre que se haga «bien».
Puntualiza, eso sí, que los músicos que llevan a cabo estas mezclas deben tener conocimientos tanto del arte flamenco como del estilo con el que se fusione.
Según Linares, esto no se consigue «en dos días» y prueba de ello es que cuando algo se ha hecho bien, pervive, mientras que lo «banal» cae en el olvido.
«La palabra flamenco se utiliza muchísimo, pero a veces no corresponde con la realidad. Por ejemplo, una especie de rumbita flamenca con unas palmitas no es flamenco. El flamenco jondo es otra cosa», incide.
«Unión perfecta» entre poesía y música
El próximo 9 de abril Linares llevará a Málaga (España) el espectáculo ‘Imagen de tu huella’, una «unión perfecta» de la poesía y la música en la que actuará por primera vez en un concierto completo junto a su hija, la actriz y cantante Lucía Espín.
«Hace mucho tiempo que teníamos ganas de unir la poesía recitada e interpretada en un concierto de música. Siempre tengo muy presente la poesía porque va unida a la música, así que estoy muy contenta y con mucha ilusión».
A sus 73 años, la cantaora asegura sentirse con «muchísimas ganas» de continuar haciendo música, aunque explica que no puede trabajar con el mismo ritmo que cuando tenía 30.
«Ahora lo que quiero es estar en el escenario y que lo que haga sea diferente a lo que he hecho hasta ahora. Hacer cosas nuevas y pasarlo bien», concluye.