El hermano de Joe Biden declara en el Congreso que el presidente no participa en sus negocios
Los republicanos continúan con el acoso al presidente de Estados Unidos y sus familiares en busca de cualquier clavo ardiendo al que agarrarse para mantener sus acusaciones de corrupción contra Joe Biden y dotar de sentido a la investigación para someterle a un posible proceso político (impeachment). Este miércoles se ha desplazado hasta el Capitolio James Biden, hermano del presidente. Sin embargo, su declaración ha sido tajante: el presidente “nunca tuvo ninguna participación” en los negocios de la familia.
Por deseo de los republicanos, la comparecencia se ha realizado a puerta cerrada y no en público. Ha trascendido la declaración inicial de James Biden: “He tenido una carrera de 50 años en una variedad de negocios. Joe Biden nunca ha tenido ninguna participación ni ningún interés financiero directo o indirecto en esas actividades. Ninguno”, ha dicho, según el texto obtenido por Associated Press. “Nunca he pedido a mi hermano que realice ninguna acción oficial en mi nombre, en el de mis socios comerciales, ni en el de nadie”, declaró.
“No tengo nada que ocultar. Con mi comparecencia hoy aquí, los Comités tendrán la información para concluir que las suposiciones negativas y destructivas sobre mí y mi relación con mi hermano Joe son erróneas”, dijo James Biden, de 75 años. “No hay base para que esta investigación continúe”, concluyó.
Las investigaciones de los republicanos contra el presidente han sufrido un duro golpe después de que el fiscal especial que investigaba a Hunter Biden haya decidido acusar de falso testimonio y fabricación de pruebas falsas al informante del FBI que acusó tanto al padre como al hijo de cobrar sendas comisiones de cinco millones de dólares por interceder a favor de la empresa ucrania Burisma. No solo eso, sino que además los fiscales han revelado que dicho confidente, Alexander Smirnov, tiene lazos con los servicios de inteligencia rusos.
Pese a ello, los republicanos no tiran la toalla y pretenden mantener abiertas sus investigaciones, aunque no encuentren prueba alguna de corrupción. Tras requerimientos, citaciones y el análisis de un volumen ingente de documentos y movimientos bancarios, los republicanos encontraron un cheque de 200.000 dólares de James Biden, el hermano de Joe Biden, para el presidente y montaron un gran escándalo con él.
Lo que no aclararon es que estaba identificado como la devolución de un préstamo. También escondieron que había un movimiento del presidente a su hermano del mismo importe solo dos meses antes. Se trataba además de transacciones de 2018, cuando Biden no era vicepresidente ni presidente ni candidato a la presidencia, realizadas de forma transparente, sin la menor intención de ocultarlas y sin que haya indicio alguno de irregularidad.
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Los republicanos también hallaron tres pagos de una empresa de 1.380 dólares cada uno, también en 2018, de una empresa de Hunter Biden a su padre y lo quisieron hacer aparecer como una forma de hacer llegar dinero de China al presidente. En realidad, eran tres plazos de la compra de una furgoneta Ford Raptor. Joe Biden había pedido el crédito a su nombre como un favor a su hijo. El próximo plato fuerte de su investigación es precisamente la comparecencia de Hunter Biden el miércoles próximo, de nuevo a puerta cerrada porque los republicanos no han querido que sea una declaración pública.
Tanto James como Hunter Biden fueron citados por la comisión en noviembre. Los abogados de James Biden han dicho que no había justificación para la citación porque el comité ya había revisado registros bancarios privados y transacciones entre los dos hermanos. “Con mi comparecencia hoy aquí, los comités tendrán la información para concluir que las suposiciones negativas y destructivas sobre mí y mi relación con mi hermano Joe son erróneas”, dijo James Biden en su declaración. “No hay base para que esta investigación continúe”, recoge AP.
Los republicanos insisten en un supuesto “tráfico de influencias” en los negocios de la familia, en particular con clientes internacionales, pero sin llegar a aportar prueba alguna de ello. Los demócratas piden cerrar la investigación: “El fiscal especial David Weiss [que fue nombrado por el expresidente Donald Trump] ha demostrado cómo la prueba clave en el corazón de la investigación de impeachment de los republicanos de la Cámara se basa en una mentira”, señaló hace unos días el congresista demócrata Jamie Raskin, en un comunicado. “La investigación del fiscal especial Weiss es solo la más reciente para desacreditar la teoría de la conspiración Ucrania-Burisma en el corazón de esta fraudulenta investigación de impeachment”, añadió.
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