Estereotipos y realidades del amor moderno
Más que un sentimiento el amor es un concepto universal relacionado con la afinidad entre individuos, pero como ocurre con cualquier idea, sus rasgos y detalles pueden ir cambiando junto a las sensibilidades de una sociedad.
Por ejemplo, en el caso del amor moderno y lo que realmente implica verse involucrado en una relación amoroso, las parejas de hoy en día tienen una perspectiva muy distinta a generaciones anteriores ya que tienen que lidiar con un contexto único que conlleva sus propios desafíos y triunfos.
A pesar de que esta era moderna cuenta con sus propios estereotipos, los cuales usualmente son simplificaciones exageradas o percepciones sesgadas, es importante resaltar que las relaciones y el amor son experiencias únicas y personales, y no todos se ajustan a esos estereotipos.
Teniendo esto en cuenta, hemos tratado varios de estos tópicos con profesionales de la salud mental que se especializan en la terapia de parejas.
Las expectativas del amor
La búsqueda constante de la «chispa» que se supone debe estar presente en una relación o la esperanza de encontrar un «alma gemela» son dos expectativas muy comunes relacionadas con el amor, las cuales son reforzadas por contenidos de la industria del entretenimiento, como películas y series de televisión.
«Entiendo que se ha ido cultivando una versión idealizada de las relaciones y el amor«, explica Karla Veras, psicoterapeuta individual y de parejas.
«Claro que no podemos hablar por todo el mundo, pero es un trend que se puede observar, muy interesante ya que parecería una propuesta opuesta a muchas de las relaciones del pasado, donde la pareja permanecía junta por
- falta de acceso al divorcio,
- recursos como el dinero,
- miedo a las consecuencias sociales,
- abuso, etc., sobre todo a costa de la mujer».
Asimismo, Pamela Vargas, terapeuta familiar y de pareja, comenta: «Creo que muchas de las expectativas permanecen a través del tiempo, pero hoy en día es mayor la necesidad de gratificación inmediata. De que la relación avance rápidamente, definir lo que somos y dónde vamos, en vez de vivir el tiempo de cortejo y noviazgo».
El daño de los estereotipos del amor
Aun así, estos supuestos estereotipos pueden crear falsas expectativas sobre el amor y lo que implica estar involucrado con otra persona en una relación romántica. Por ejemplo, hay personas que tienen la idea de que estar enamorados implica una «felicidad constante» para una pareja.
Ante este tipo de expectativas, Veras opina que es «interesante cómo los humanos nos hemos dado la tarea de prometer por encima de nuestras posibilidades mortales.
El amor (el sentimiento) puede contarse por generaciones y cuidarse por décadas, pero toda relación tiene caducidad. Nada es eterno. Nos puede separar los valores, la muerte, lo que sea».
También hay que considerar las ideas tradicionales sobre los roles de género. A pesar de que la sociedad en general ha ido avanzado en el tema de la igualdad de género, aún persisten estereotipos sobre los roles tradicionales, como la expectativa de que los hombres deben ser proveedores o las mujeres deben encargarse del hogar.
Otro concepto que puede ser problemático o engendra expectativas irreales es del «amor eterno«.
«Entiendo que el mayor error es no entender que el amor en el tiempo cambia, evoluciona. Y por tanto muchas veces se espera que la relación no cambie. Que esa magia del principio no desaparezca nunca y no entendemos que el amor es el mismo, simplemente cambió en su expresión. Maduró», agrega Vargas.
Posibles conflictos del amor actual
Como puede ocurrir en cualquier interacción entre dos personas, una discusión puede surgir en el momento más inesperado por la causa que uno menos se imagina.
En el caso de los conflictos con los que típicamente puede lidiar una pareja moderna, los motivos pueden ir desde una situación típica similar a la comunicación deficiente a un tema más complejo como desequilibrios en la distribución de responsabilidades y tensiones financieras.
«Manejo del dinero y tiempo, infidelidades, mala distribución de la carga (emocional, mental, económica) de la relación y límites con la familia extendida», agrega Veras.
Aun así, también hay que tomar en cuenta otras circunstancias que pueden generar conflictos para una pareja, a pesar de que pertenecen a contextos menos comunes, como:
- Crisis de identidad o cambios personales de un individuo que afectan la relación.
- Disputas que surgen a partir de la manera que se utilizan las redes sociales.
- Desacuerdos en cuanto a las diferencias de valores y objetivos de vida entre dos personas.
«Los detonantes de los conflictos más comunes en las parejas modernas, en mi experiencia, no han cambiado tanto a través del tiempo», reflexiona Vargas.
«Seguimos recibiendo en terapia los mismos motivos de consulta: problemas por el manejo de las finanzas, temas de control y celos, infidelidad, dificultades en las relaciones sexuales, problemas de comunicación, por mencionar algunos de los más comunes».
De expectativas estereotipadas a soluciones simplistas
Así como existen muchas expectativas o estereotipos sobre el amor moderno, a la hora de surgir un conflicto en una pareja también aparecen una gran cantidad de consejos generalizados y estereotipados.
El problema es que estas sugerencias no toman en cuenta que, así como cada relación es distinta, lo mismo ocurre con los problemas que pueden enfrentar y las soluciones que les pueden funcionar.
Con una búsqueda rápida en internet o en las cuentas de redes sociales de «especialistas» se pueden encontrar los típicos consejos sobre cómo lidiar con una discusión o cualquier otra disputa que puede surgir en una relación.
Hasta cualquier amistad o conocido puede tener sus propias sugerencias o soluciones rápidas para lidiar con este tipo de situación.
Algunos optan por «soluciones» como no hablar durante un tiempo después de una discusión o tratan de aplicar una solución rápida a un tema más complejo y hasta llegan a acuerdos a medias para evitar más conflictos.
Este tipo de remedios solo tratan el aspecto más superficial de problemas que pueden ser más complejos. Aun así, con tantas fuentes de información y consejos, ¿cuál es el primer paso que debe tomar una pareja que está pasando por un momento difícil en su relación?
«Creo que el primer paso es identificar que hay un problema, que algo no está marchando bien. Conversarlo, intentar hacer modificaciones y lograr acuerdos y si no logran solucionarlo solos, idealmente tomar la decisión juntos de buscar ayuda profesional«, explica Vargas.
Veras agrega: «Creo que el primer lugar sería admitirnos a nosotros mismos que esto no va bien y que el sol no se puede tapar con un dedo. De igual forma, hay que expresarle a la pareja la posición personal y preguntarle sobre la suya.
Quizás tenemos dos mundos emocionales muy distintos y hay distintas perspectivas vinculadas a la relación. Sea esto así o no, el primer paso sería reconocer nuestras emociones/ pensamientos primarios y más frecuentes respecto a la relación y socializarlos».
Fuera de cualquier estereotipo, expectativa o cualquier idea que esté de moda en un momento dado, sí existen elementos y hábitos que pueden ayudar a crear un buen fundamento para que una relación «funcione».
«Paciencia, empatía, sed de crecer, consistencia, valores compatibles y habilidades de perdón», resalta Veras.
Por otro lado, Vargas también recuerda que «el amor, respeto, buena comunicación, libertad, afinidad, conciencia de que una relación sana requiere del esfuerzo y compromiso de ambos, pero, sobre todo, que las dos personas en la relación quieran estar».