Minúsculas: Belié Beltrán y su selección de poemas de Nichita Stanescu
Durante los días de encierro por la pandemia, empecé a pedir poemas a los amigos. Una poeta me envió el libro «Antología poética» de Nichita Stanescu, con prólogo, selección y notas de Alexandra Chereches. Stanescu fue un poeta rumano nacido en 1933.
Vivió en la época comunista de Rumania, lo que le hizo padecer un profundo aislamiento político. Pero tuvo más dedicación a la escritura, en la que exploró temas como el amor, el dolor, la muerte y el tiempo.
Fue reconocido por tener imágenes muy potentes, llenas de paradojas y adentrándose en reflexiones sobre su relación como individuo con el entorno.
Nichita Stanescu murió a los 50 años, luego de vivir con un profundo alcoholismo.
En su poema «Triste canción de amor» desmonta algunos de los clichés del amor, al expresar la consciencia de que a pesar de amar, todo pasa ordinariamente. Y sin embargo, por esa claridad, el poema conserva su lirismo y el nivel tan grande de emoción que transmite.
Triste canción de amor
Solo mi vida morirá por mí realmente,
en algún momento.
Solo la hierba conoce el sabor de la tierra.
Solo mi sangre echa de menos en verdad
a mi corazón, cuando él la abandona.
El aire es alto, tú eres alta,
mi tristeza es alta.
Llega un instante en que mueren los caballos.
Llega un instante en que envejecen los coches.
Llega un instante en que llueve fríamente
y todas las mujeres tienen tu cabeza
y tus vestidos.
Llega también un pájaro grande, blanco,
que aova en el cielo a la luna.