El dominicano cumple, la Embajada de Estados Unidos también
Hace dos semanas, la Embajada de Estados Unidos en Santo Domingo publicó información sobre los detalles a tener en cuenta el día de la entrevista para la solicitud de visas de no inmigrante o visas de paseo, como se les conoce.
Entre los puntos mencionados destacó la puntualidad recomendada. Desde la embajada insistieron en la necesidad de asistir a la hora indicada, no más de media hora antes de la concertada, pues no sería admitida.
Dos semanas después Diario Libre se ha acercado al VAC de la Galería 360 y a la embajada para ver sí el dominicano cumple con lo que le piden.
VAC Galería 360
Con una pantalla que indicaba la hora de los turnos que podían acceder, las personas en los bancos esperaban a su momento para entrar. El común de la gente ha contado a Diario Libre que, como mucho, llevaban esperando desde 30 a 50 minutos antes de su cita.
Sí que había casos de ciudadanos que, por venir desde lejos y prevenir los tapones, decidían llegar 1 o 2 horas antes.
Los guardias de seguridad se dedican a controlar el flujo de personas que entran y salen de la oficina; las personas acompañantes esperan en los bancos o los pasillos cercanos.
En el VAC de Galería 360, los dominicanos cumplen con los horarios y los trabajadores también, el ritmo es rápido y no hay largas colas de espera.
Embajada EE.UU.
Dentro del desorden «ordenado» que tiene el tráfico por la zona, los guardias de seguridad mantienen a los transeúntes a raya para evitar que se generen excesivas aglomeraciones de personas.
Al igual que en Galería 360, los dominicanos asisten poco más de 30 minutos antes de su cita. Es cierto que los hay quienes han llegado con 1 hora de antelación, como han contado a Diario Libre, pero por razones parecidas a las mencionadas antes: «venimos desde lejos», «quería prevenir los tapones».
El ritmo fluye y los asistentes han afirmado estar contentos por la rápida atención que dan y no tener que hacer largas colas durante muchas horas, que era el principal problema que denunciaban. A varios metros de la entrada, se ha organizado una fila para que la gente espere su turno y evitar que haya mucha gente en las puertas; sólo las personas que están en el proceso del visado pueden estar, no permiten estar parado en la puerta.
Una de las quejas más repetidas entre los acompañantes es que: «no hay un espacio, una sala, para que se pueda esperar a la persona a la que acompañó, tengo que estar paseando arriba y abajo, porque tampoco me permiten quedarme parado en la puerta», afirma un ciudadano que pide que su identidad no se publique.