Subastan tutú de «Sex and the City» en US$40,000
No importa el tiempo que pase, tener el armario de Carrie Bradshaw es el sueño de cualquier amante de la moda y, por supuesto, de «Sex and the City«.
Eso lo saben bien desde la casa de subasta Julien’s, en Los Ángeles, quienes recientemente vendieron una de las piezas más icónicas usadas por Sarah Jessica Parker en la popular serie por la suma de 40,000 dólares.
Se trata de la falda de tul que la columnista de moda luce en la introducción de la serie. La pieza había salido a la venta por 2,000 dólares y finalmente se vendió 19 veces más caro. Es una cantidad exagerada, si tomamos en cuenta que el tutú solo costó cinco dólares.
El diseño, como se explicaba en la ficha técnica, estaba formado por una falda de tul de tres capas color blanco con una banda de satén como cinturilla en el mismo tono. Las medidas son 58 centímetros de cintura, 81 de cadera y 40 de largo. La falda no tiene etiqueta, tampoco talla.
La pieza fue adquirida por la diseñadora de vestuario Patricia Field en un contenedor de ropa a cinco dólares en el Garment District de Nueva York, una zona de muchas tiendas entre las avenidas 6ª y 9ª, al lado del Madison Square Garden.
La idea inicial de la responsable de los estilismos de Carrie Bradshaw era que llevara un vestido de Marc Jacobs, de la colección de primavera de 1998, que lució Kate Moss en la pasarela.
Sin embargo, se dio cuenta de que no quería algo que la identificara con una época, sino más atemporal. En cuanto vio el tutú, supo que era la pieza ideal.
Como en la escena en la que Parker lo lleva la salpica un autobús, necesitaron comprar varios modelos del tutú, aunque luego solo utilizaron uno.
«Mucha gente afirma tener el tutú. Sé que Patricia Field tiene uno, (el guionista y director) Michael Patrick tiene otro… Solo usamos uno, pero imagino que como esa secuencia tiene el momento de la salpicadura, probablemente había cuatro, cinco o seis», contaba la propia actriz a Vogue.
Aunque haya costado apenas cinco dólares, la pieza tiene un gran valor sentimental, lo que quedó en evidencia cuando en la primera película de «Sex and the City» Carrie se vuelve a probar el tutú y todas sus amigas concuerdan en que debe quedárselo.