Cerca del 43 % de los niños sufre de deficiencias de hierro
Aproximadamente, el 43 % de los niños a nivel mundial pueden padecer de una deficiencia ferropénica, siendo el hierro uno de los nutrientes esenciales para el desarrollo cognitivo y procesos de aprendizaje en el infante, así reveló la Sociedad Dominicana de Pediatría en su reciente encuentro de actualización médica.
La doctora Mayelin González, pediatra hematóloga y panelista invitada de este encuentro, destacó que los infantes con enfermedades gastrointestinales son de los más propensos a la deficiencia de hierro, presentando así anemia, debido al tipo de absorción de este nutrimento.
«Los niños entre uno y tres años de edad y en la etapa adolescente, suelen ser los más expuestos a presentar anemia o esta deficiencia. En el caso de las jóvenes adolescentes, al presentar un ciclo menstrual abundante y, en los jóvenes varones, debido a ejercicios intensos frecuentes en este rango de edad», detalló la galena.
Otros factores de riesgo son la obesidad, las enfermedades crónicas, diabetes, tiroides, niños que hacen parasitosis a repetición o presentan diarrea crónica, entre otras patologías, debido a que suelen tener el duodeno (parte del intestino) alterado y no suelen absorber el hierro de una manera adecuada.
Signos de alerta
La especialista señala que los niños con alteraciones cognitivas, con dificultades de aprendizaje en el colegio, aquellos que se quedan dormidos en clase, y los que presentan fatiga constante, son niños que pueden tener deficiencia de hierro.
Otras características son: el mantener piernas inquietas, la palidez en la piel y la mucosa, tener taquicardias, así como pelo y uñas quebradizas.
«Algunos hábitos inusuales que es importante observar es que si el paciente come tierra o hielo en exceso. Usualmente los padres están pendientes a este aspecto y lo comentan en consulta, siendo un claro indicio de un déficit de este nutriente«, señaló la doctora González.
Principales causas
La pediatra hematóloga puntualizó que la pobre ingesta en alimentos con hierro, así como su ingesta inadecuada es una de las principales causas, por eso recomendó como esencial la lactancia exclusiva hasta los seis meses y luego continuar con la alimentación complementaria. En esa etapa es vital que el menor ingiera alimentos ricos en hierro como: carnes rojas, vísceras, granos (lentejas, habichuelas) y ciertos vegetales.
«Es importante destacar que el exceso de leche no permite que el hierro se absorba bien. Por lo que los pacientes que están en la fase de alimentación complementaria deben mantener la disminución de lácteos (mantequilla, yogurt, queso)», añadió.
Medidas y tratamiento
La pediatra afirmó que las fórmulas de hierro son ideales en una absorción oral. Su uso dependerá de la necesidad de cada paciente, la cual revela excelentes resultados si el tratamiento se lleva a cabo de manera oportuna y consistente.
«Cuando se diagnostica una deficiencia por hierro, el primer paso es mantener el tratamiento por tres meses y, luego de ese tiempo, se requiere reevaluar la evolución del paciente para determinar si se debe parar el tratamiento o no. De no ser así, se reanuda por tres meses más hasta que los niveles de hierro se estabilicen», concluyó.