Selenio: ¿suplemento o alimento?
El selenio es un mineral o elemento traza que existe en concentraciones mínimas en nuestro cuerpo pero ejerce grandes roles en nuestra salud. Las necesidades diarias de selenio, dependiendo de la edad, van desde 15 a 70 microgramos, siendo alrededor de 60 microgramos la necesidad promedio en la adolescencia y adultez.
Se encuentra en alimentos como carnes de aves (pollo, pavo), cerdo, res, mariscos, pescados, hongos, semillas y en nueces (principalmente la nuez de Brasil). Para ponerlos en contexto, 3 onzas de sardinas o camarones tiene alrededor de 40 microgramos, 3 onzas de pollo tiene 22 microgramos, una rebanada de pan integral tiene 13 microgramos pero una onza de nueces de Brasil tiene 544 microgramos (National Institute of Health).
¿Cuáles son las principales funciones del selenio?
Resalta su rol en las funciones enzimáticas relacionadas con la producción de las hormonas tiroideas, también influye en la respuesta inmunológica y cómo se defiende nuestro cuerpo de infecciones virales. En el área dermatológica, juega un rol importante en condiciones como la tiña versicolor, dermatitis seborreica, caspa y otras. (Tremor, 2023)
Los suplementos con selenio son indicados en la tiroiditis autoinmune, hipotiroidismo en el embarazo y en otros escenarios relacionados con la tiroides a pesar de la falta de guías protocolares oficiales, pero esto ocurre principalmente en países europeos donde las fuentes naturales de selenio son bajas en la alimentación de su población.
¿Cuáles son los riesgos de la toma excesiva de selenio?
Puede producir aliento con sabor a ajo, sabor metálico, pérdida de pelo o uñas, además de náuseas, mareos, fatiga, irritabilidad y otras anormalidades del sistema nervioso.
Las nueces de Brasil contienen grandes cantidades de selenio por lo que se debe evitar el consumo excesivo.
En conclusión, el selenio se encuentra de forma abundante en la alimentación (siempre que sea rica en vegetales y proteínas), utilizar un suplemento puede ser beneficioso bajo la estricta supervisión médica para evitar la toxicidad y adecuar la dieta para su adecuado consumo puede ser la herramienta más eficiente.