Vehículos del Intrant rodearon el Palacio de Justicia
Rodear el Palacio de Justicia con vehículos del Intrant (algunos bien aparatosos) y Transcore Latam, la empresa ganadora de la licitación suspendida por la Dirección de Compras y Contrataciones, debería llamar la atención de alguien con «mando en plaza», como se decía antes.
Avasallar es propio de matones y no parecía que este fuera a ser el caso. Una licitación es suspendida por DGCC; no es la primera vez. Se acude a los tribunales; no es la primera vez. Unos ganan y otros pierden; así funciona el sistema.
Pero… ¿rodear el Palacio de Justicia en una demostración de fuerza? ¿Fuerza o impotencia? ¿De quién fue la idea? ¿A quién querían impresionar? Si esto pasa entre funcionarios del mismo gobierno imaginemos lo que puede llegar a pasar si el pleito es entre «bandos contrarios.»
Alguien está perdiendo el control de la calle mientras «conversa» a través de notas de prensa y videos por las redes. Imaginen que el tesoro escondido de 200,000 pesos en la Ciudad Colonial hubiera convocado a toda esa gente a un mall: de estar repartidos en un kilómetro cuadrado a invadir un edificio abierto al público. Imaginen que a los funcionarios cuestionados en un proceso de licitación les da por rodear el Palacio de Justicia cada vez que se les llama. Imaginen que ahora que empieza la campaña dura se ponen todos así de imaginativos.
No, eso no debió pasar. Esas demostraciones son innecesarias, antiguas, absurdas… casi infantiles. Por no decir que utilizar los vehículos del Intrant para una manifestación de apoyo a su jefe o a una empresa privada debe incumplir unas cuantas reglas sobre el uso de los bienes del Estado.
El Intrant entorpeciendo el tránsito de la congestionada área del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva. ¿Si no puedes con el enemigo, únete a él?
(Ironías de la vida…)