Los políticos son los culpables de educación
No voy a hablar de datos que se repiten y se repiten y se repiten. Desde que tengo relación con República Dominicana, la cual data de hace medio siglo, el tema de la calidad de la educación en el país da la mismas vueltas.
Es cierto que, al compararse con los inicios de los años 90, el sistema educativo ha dado un salto indiscutible en infraestructuras, soportes a los estudiantes, presupuesto asignado y condiciones de los maestros. Lo que no ha podido lograr es ese brinco sólido hacia adelante en la calidad de la educación y en una mejoría colectiva considerable del aprendizaje de los estudiantes.
¿Por qué pasa eso? Pasa porque los culpables son los políticos, esos personajes que sólo piensan en su interés propio y que poco les importa el bienestar general de la población. Son los políticos los que han convertido el Ministerio de Educación en un órgano de defensa ideológica y de ejecución táctica de sus planes políticos.
Cuando el presidente Luis Abinader dice que es tiempo de sacar la política del Ministerio de Educación, tiene razón, lo único es que eso debió pasar hace muchos años y no ha ocurrido, ni siquiera, en su administración. A la educación en República Dominicana, como ha ocurrido en mi país, la han secuestrado los políticos, desangrando sus recursos con la construcción de escuelas desmedida, sólo para que se vea la obra; con nombramientos de personal innecesario, sólo para cumplir con quienes les hacen campaña; con el control del sindicato, para hacerle la oposición o la defensa al gobierno de turno; con la promoción de estructuras cuestionables, para financiar sus campañas; con el fomento de sus problemas y no de sus soluciones, para sonar populista y sacar millaje; con el nombramiento de políticos, no de educadores, en su cúpula, para tener acceso a los millones en contrataciones.
Los culpables de los problemas en la educación son los políticos, no se equivoquen ni se despisten. Ellos son los que presionan para que el sistema haga lo que les conviene y les importa poco los estudiantes, porque piensan que un pueblo sin educación, es un pueblo manipulable.