El intrincado lazo de Vargas Llosa y República Dominicana
Recibir la nacionalidad dominicana es un eslabón de los muchos que componen el lazo que une al escritor y Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa con República Dominicana, una relación intrincada que se extiende por casi 50 años y que comenzó de manera pública en una visita al país en 1975.
Ese año, Vargas Llosa llegó a territorio dominicano como parte de la producción de una película basada en su famosa novela “Pantaleón y las Visitadoras” (1973, primera edición), luego de que el gobierno militar que entonces dirigía Perú restringiera su filmación. La cinta, dirigida por el escritor junto a José María Gutiérrez Santos, fue filmada en la provincia de La Romana, en República Dominicana, y estrenada en Puerto Rico en 1977.
Durante la filmación de esta película, en la que también actuó y de la que años después de su estreno dijo que “es una película espantosamente mala”, Vargas Llosa leyó y comentó su obra en una actividad realizada en Casa de Teatro, espacio cultural que había sido inaugurado en 1974.
“Hace 35 años, de pie, en la última fila de la sala de Casa de Teatro para entonces recién fundada, abarrotada de público, asistíamos entusiasmados a la que, de seguro, fue la primera presentación pública en nuestro país de Mario Vargas Llosa”, comentó José Rafael Lantigua durante su discurso como ministro de Cultura en el acto de imposición de la Orden Heráldica de Cristóbal Colón Grado Gran Cruz Placa de Plata al escritor peruano en el Palacio Nacional dominicano, el 28 de diciembre de 2010, solo 21 días después de recibir el Premio Nobel de Literatura.
En el discurso de aceptación del laureado premio mencionó a la República Dominicana en dos ocasiones. La primera para destacar el respeto, junto a otras naciones, de “la legalidad, la libertad de crítica, las elecciones y la renovación en el poder”; y otra para indicar que, viviendo aquí, al igual que París, Londres, Barcelona, Madrid, Berlín, Washington, Nueva York y Brasil, se había sentido “en casa”.
Una casa que empezó a frecuentar a raíz de su “espantosa” película, tiempo en el que también trabajó en un documental de la radio televisión francesa, y construyó lazos de familiaridad que le han merecido aplausos, pero también rechazo y críticas.
Su interés en Trujillo
Desde sus primeros viajes a República Dominicana, el destacado escritor peruano-español cimentó relaciones con destacados artistas, escritores y profesionales, además de la socialité dominicana. En esos encuentros nació su interés por la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo Molina, un interés que lo llevó a investigar a profundidad las raíces históricas, sociales y culturales del régimen trujillista.
De esta búsqueda nació una de sus más afamadas novelas, La Fiesta del Chivo (primera edición, 2000). La novela de ficción histórica cosechó alabanzas, pero también la reacción enfurecida de algunos en República Dominicana.
«Yo inventé mucho. Cambié datos, cambié nombres. Mi libro es una novela, no es un libro de historia. Lo que conté, si no pasó pudo haber pasado»en un conversatorio con la escritora Soledad Álvarez sobre la novela durante la Feria del Libro de Madrid en 2019
En la investigación para escribir esta novela, Vargas Llosa conoció al expresidente dominicano Joaquín Balaguer, (1906-2002), funcionario de Trujillo y presidente títere durante la dictadura, además de ser presidente de la República tras la caída del régimen en cinco ocasiones, y de quien el laureado escritor ha hecho numerosas referencias en sus entrevistas.
“Yo entrevisté tres veces a Balaguer. Una experiencia muy fascinante porque era muy astuto. No conseguí sacarle nada que no quisiera decir, pero fue muy interesante verlo de cerca, ver la manera en cómo respondía las preguntas que le hacía”, comentó sobre Balaguer en un conversatorio en 2016 en el marco de la Feria Internacional del Libro Santo Domingo de ese año, cuando recibió el Premio Internacional Pedro Henríquez Ureña.
El otorgamiento de este premio a Vargas Llosa causó gran revuelo en República Dominicana, que incluyó protestas frente a la Plaza de la Cultura y una convocatoria para quemar sus libros (por segunda vez), al punto que desde esa edición no se ha vuelto a conceder este galardón.
¿La razón? Un artículo de opinión que el premio Nobel publicó tres años antes criticando la sentencia 168-13 sobre la adquisición de la nacionalidad dominicana, que afectó a descendientes de haitianos con residencia irregular que nacieron en territorio dominicano.
De parias y nazis
“Los parias del Caribe” es el título del artículo de Mario Vargas Llosa que se publicó en el periódico El País de España el 2 de noviembre de 2013 y que encendió un fuego en su contra que aún repercutió en República Dominicana este miércoles, cuando el escritor aceptó que el presidente Luis Abinader le otorgue por decreto la ciudadanía dominicana.
“La sentencia del Tribunal Constitucional dominicano es una aberración jurídica y parece directamente inspirada en las famosas leyes hitlerianas de los años treinta dictadas por los jueces alemanes nazis para privar de la nacionalidad alemana a los judíos que llevaban muchos años (muchos siglos) avecindados en ese país y eran parte constitutiva de su sociedad”, escribió Vargas Llosa en su artículo.
Las reacciones de rechazo fueron inmediatas. Los entonces embajadores de la República Dominicana en España y en el Reino Unido, César Medina y Federico Cuello Camilo, reclamaron al diario El País un desagravio, alegando daño provocado por la ilustración que acompaña el texto de Vargas Llosa: una bandera nazi con la cruz gamada que se revela por debajo de un mapa del país.
“Lo que de ninguna manera podemos aceptar es que El País utilice ilustraciones como la que acompaña el artículo de Don Mario, máxime cuando, al igual que en nuestro país, ni en España, ni en Perú, ni en más de dos tercios de la membresía de la ONU se confiere automáticamente la nacionalidad en base al ius soli a los hijos de inmigrantes indocumentados”, expresaron los diplomáticos en una carta.
En esas semanas también se convocó, por primera vez, una quema de libros del escritor peruano. A esta convocatoria respondió un pequeño grupo de personas que, en la casa club de la Coordinadora de Organizaciones Comunitarias y de Juntas de Vecinos de la zona sur de la provincia de Santiago, quemaron algunos libros de Vargas Llosa, entre ellos «La Fiesta del Chivo», textos que apalearon y pisotearon antes de prenderles fuego.
El malhumor con el artículo fue intensificado también porque en ese momento el hijo menor de Vargas Llosa, Gonzalo, fungía en el país como jefe de Misión del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
La polémica se extendió por varios meses sin mayores repercusiones. Casi un año después, en septiembre de 2014, el Concejo de Regidores del Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN) declaró persona no grata a Gonzalo Vargas Llosa, quien actualmente ocupa el cargo de representante del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados de Europa.
El premio de 2016, revivió el rechazo a Vargas Llosa debido a su artículo. «El sentido humanista, latinoamericanista, plural y progresista de la obra de nuestro Pedro Henríquez Ureña no tiene continuidad en la forma irrespetuosa y ofensiva con que Mario Vargas Llosa ha tratado a la nación dominicana», dijo el entonces ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo.
Este martes, luego de conocerse la noticia de que Vargas Llosa será ciudadano dominicano por decreto del Poder Ejecutivo, el reclamo se extiende en las redes sociales. El artículo sigue en línea en la edición digital el periódico El País.
Mario Vargas Llosa era considerado en sus primeros años de vida pública como un simpatizante de las ideas de la izquierda política. Pero para la década de 1980 se expresó con posiciones liberales.
Para finales de esa década, el escritor empezó a perfilar su activismo político, encabezando protestas contra una iniciativa de privatización del entonces presidente peruano Alan García. Fundó el movimiento Libertad y se presentó como candidato a la presidencia del Perú en 1990, elecciones que perdió en segunda vuelta contra Alberto Fujimori.
Luego de los comicios se marchó a España. Fujimori le amenazó con quitarle la nacionalidad peruana y fue en ese contexto que el gobierno español le concedió la nacionalidad española en 1993.
En distintos foros y desde sus artículos de opinión se ha manifestado contra las dictaduras y regímenes autoritarios, haciendo duras criticas a gobiernos en toda Latinoamérica. Sus posiciones, en especial aquellas enfocadas en sus juicios sobre gobiernos con inclinación izquierdista, son calificadas por algunos sectores políticos en la región de derechismo. Una de su últimas controversias al respecto fue en 2021, cuando justificó el voto a favor de Keiko Fujimori, hija de su otrora rival político y contra quien pesaba acusaciones de corrupción, para evitar el triunfo de Pedro Castillo en las elecciones peruanas de ese año.
Mario Vargas Llosa estudió Letras y Derecho en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima, y obtuvo el doctorado en Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid en 1971. Ha sido profesor visitante en distintas universidades de Gran Bretaña, Estados Unidos, Puerto Rico, Alemania y España, y presidente del Pen Club Internacional (1976-1979). Es doctor honoris causa por varias universidades europeas y americanas y miembro de la Academia Peruana de la Lengua desde 1975 y de la Real Academia Española desde 1994.
Vargas Llosa recibió en 2010 el Premio Nobel de Literatura y para la ocasión pronunció un discurso titulado Elogio de la lectura y la ficción. También ha sido distinguido con el Premio Rómulo Gallegos (1967), el Premio Príncipe de Asturias de las Letras (1986) y el Premio Cervantes (1994), entre otros muchos.
En febrero de 2023 se convirtió en el primer autor en lengua no francesa en ingresar a la Academia Francesa, fundada en 1635.