Consejos para elegir la almohada adecuada
A la hora de elegir una almohada, es importante considerar que la cabeza y el cuello pasarán varias horas sobre ella. Por lo tanto, debe proporcionar relajación y alineación al organismo. Además, es esencial tener en cuenta la forma en que uno duerme para asegurarse de elegir la almohada adecuada.
Si se duerme boca arriba, lo ideal es una almohada firme, mientras que si se duerme de lado o boca abajo, se recomienda una almohada fina y blanda. En términos de higiene, las almohadas de fibra sintética ofrecen buena ventilación para mantener la almohada fresca, mientras que las viscoelásticas se adaptan al cuerpo.
No existe una almohada mejor que la otra en términos de firmeza, ya que todo dependerá de las necesidades individuales y la postura al dormir. La almohada adecuada debe tener un ancho superior al de los hombros.
Para los que duermen boca abajo, se recomienda una almohada baja o blanda. Aquellos que duermen boca arriba o de lado pueden optar por una almohada acolchada o mediana. Para quienes duermen de costado, lo mejor es una almohada firme o dura, que brinda soporte al cuello y la cabeza y mantiene una buena alineación con la columna vertebral.
A continuación, se presentan algunos tipos de almohadas recomendadas para prevenir el dolor cervical:
De espuma: varían en espesor.
De fibra sintética: la firmeza se define por la cantidad de relleno.
De gel: brindan comodidad y frescura.
De látex: material antialérgico, natural y transpirable que se adapta a cada cuerpo.
Viscoelástica: contiene espuma viscoelástica que brinda firmeza y se amolda perfectamente.
Elegir la almohada incorrecta puede provocar contracturas, lesiones o dolor en la zona del cuello, la espalda y la cabeza. La altura de la almohada dependerá del peso de la persona y la forma en que duerme.
Para quienes duermen boca arriba, se recomienda una almohada de entre 10 y 13 centímetros para evitar que la cabeza quede ladeada y prevenir lesiones en el cuello y la columna vertebral. Para quienes duermen de lado, se recomienda una almohada de 15 centímetros de altura y firmeza para que la cabeza quede alineada con el hombro. Para quienes duermen boca abajo, es mejor optar por una almohada de entre 8 y 10 centímetros. Usar almohadas demasiado altas puede provocar desalineación del cuello y la columna vertebral, lo que puede ocasionar molestias cervicales o lumbares.