Salario mínimo
No hay que ser mezquino, para nada. El presidente Luis Abinader y su administración se apuntaron un round importante ayer en su batalla para lograr la reelección. Haber conseguido que los sectores sindical y empresarial acordarán un aumento al salario mínimo privado no sectorizado, sea el que sea, es un logro loable en los tiempos que vivimos. En el argot popular, es tremendo batacazo.
Se podrá decir que pudo ser más, o que se debió hacer de esta o de otra manera, pero desconocer lo positivo de aumentar los salarios en medio de un escenario de inflación y con la amenaza de una recesión global dando vueltas, es querer tapar el cielo con las manos.
¿Que esto tiene sus riesgos en términos económicos? Claro que sí, y muy peligrosos. El mayor de ellos es que nos exponemos a que la inflación se acentúe, con los problemas que ello podría tener, como que acabe por anular el efecto de los incrementos salariales, sino es que la inflación lo ha hecho ya.
También está el tema de a cuántas personas en realidad beneficiará el incremento en la práctica y qué pasará con los trabajadores que están en otros niveles salariales, los cuales han visto una reducción importante en su poder adquisitivo por causa de los aumentos en los precios.
Abinader tenía una presión importante con este asunto, porque al anunciar tantos logros económicos en su discurso del pasado 27 de febrero, dio la impresión de que en el país hay una riqueza que no llega a la base del pueblo, lo cual le generaría un serio conflicto político.
Como arma de propaganda, el logro del acuerdo de salario mínimo lo coloca en una muy buena posición y pone a los opositores políticos en una incómoda situación, pues se quedan con la ruta de ignorar esa discusión o argumentar el clásico “no fue suficiente” que tanto molesta.
Ahora toca a los empresarios asumir los costos del incremento. Veremos cómo lo enfrentarán. ¿Subirán los precios? ¿Reducirán nóminas? ¿Asumirán la reducción de ingresos con gallardía? Todas esas son preguntas pertinentes que serán respondidas con el paso del tiempo.