Los jefes de la diplomacia de EE UU y Rusia mantienen en el G-20 su primer encuentro desde la invasión de Ucrania
Los jefes de la diplomacia de Estados Unidos y Rusia, Antony Blinken y Serguéi Lavrov, respectivamente, mantuvieron este jueves un breve encuentro durante la reunión de ministros de Asuntos Exteriores del G-20, celebrada en Nueva Delhi este jueves. Se trata de la primera vez que ambos diplomáticos hablan en persona desde que Moscú lanzó la invasión de Ucrania en febrero del año pasado, según explicó un miembro de la delegación estadounidense a diversos medios, con la condición del anonimato.
La misma fuente señaló que el “intercambio” mantenido en la capital india al margen de la reunión del G-20 duró menos de diez minutos. Blinken expresó a Lavrov que Estados Unidos está preparado para apoyar a Ucrania todo el tiempo que haga falta. Según la fuente estadounidense, también instó a Rusia a dar marcha atrás en su decisión de suspender el tratado de desarme nuclear New Start y reclamó que libere a Paul Whelan, un exmarine estadounidense de 52 años encarcelado en Rusia desde 2019, acusado de espionaje. La misma fuente se mostró pesimista: “Siempre mantenemos la esperanza de que los rusos den marcha atrás en su decisión y estén dispuestos a participar en un proceso diplomático que pueda conducir a una paz justa y duradera. Pero yo no diría que al salir de este encuentro las cosas vayan a cambiar a corto plazo”.
Por su parte, Serguéi Lavrov no mencionó el encuentro durante una conferencia de prensa que celebró durante la cumbre. Las agencias rusas de noticias informaron de que Blinken y Lavrov hablaron mientras caminaban, pero dejaron claro que no hubo “negociaciones”, entre ambos.
La guerra de Ucrania centró casi todo el interés de la reunión de los ministros de Exteriores del G-20, organización que incluye a las grandes democracias industrializadas del G-7, así como a Rusia, China, la India, Brasil, Australia y Arabia Saudí, entre otras. Los ministros de Exteriores del G-20 no lograron consensuar un comunicado conjunto a causa de las divergencias sobre la invasión de Ucrania. En los textos preliminares fueron China y Rusia quienes se mostraron contrarios a aprobar los dos párrafos que hacían mención a la guerra.
Blinken declaró respecto a las desavenencias: “Lamentablemente, esta reunión se ha visto empañada una vez más por la guerra injustificada y no provocada de Rusia contra Ucrania”. El secretario de Estado estadounidense fue apoyado por sus homólogos de Alemania, Francia y Países Bajos. La ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, subrayó: “Desgraciadamente, un miembro del G-20 impide que los otros 19 centren todos sus esfuerzos en estas cuestiones para las que se creó [la organización]″.
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Sin embargo, Lavrov culpó a Occidente de la crisis política y económica mundial, a través de un comunicado: “Varias delegaciones occidentales convirtieron el trabajo sobre la agenda del G-20 en una farsa, queriendo trasladar la responsabilidad de sus fracasos en la economía a Rusa”. El jefe de la diplomacia ruso acusó también a Occidente de obstaculizar la exportación de productos agrícolas rusos.
El primer ministro indio, Narendra Modi, anfitrión de la cita, no logró su objetivo de que se alcanzara un consenso en la reunión del G-20. En su discurso inaugural advirtió a los ministros de Exteriores a través de un vídeo: “Os reunís en un momento de profundas divisiones globales. No debemos permitir que los asuntos que no podemos resolver juntos se interpongan en el camino de los que sí podemos”.
La India, que preside el bloque este año, se ha negado a culpar a Rusia de la guerra, ha buscado una solución diplomática a la vez que ha aumentado sus compras de petróleo ruso.
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