Entérate de estos antiguos métodos para ahorrar
Ya sea para cumplir con metas específicas de ahorro o simplemente para tener un fondo en caso de emergencias, el acto de ahorrar requiere de mucha disciplina y, en algunos casos, muchos sacrificios. Hoy en día, gracias a la tecnología, se pueden contar con distintas herramientas de apoyo para lograr este cometido como las populares aplicaciones, pero a veces los métodos más tradicionales pueden resultar más efectivos, especialmente cuando se trata de tácticas y costumbres que han demostrado su eficacia por varias generaciones. En el caso de que te interese hacer la prueba, a continuación, listamos seis antiguos métodos de ahorro que todavía son efectivos.
San, una popular tradición
El san ha perdurado como una popular opción para ahorrar y financiamiento que cualquiera puede aplicar, lo único es que para que funcione es necesario reunir a un grupo de personas para que cada uno de ellos haga un aporte mensual y cada mes se le entregan todos los fondos recaudados a uno de los participantes en base a un sorteo.
El método de los sobres
Esta es otra táctica muy popular y efectiva para ahorrar y controlar los gastos. Años atrás, cuando las personas recibían el dinero de su sueldo en efectivo o cheque, lo dividían en sobres por categorías de gasto. Por ejemplo, el sobre del alquiler solo se podía gastar en eso y el sobre del supermercado no podía utilizarse para otra cosa. Se recomienda limitarse a seis sobres y administrar la cantidad que va para cada uno según tus necesidades y circunstancia personales.
Una táctica centenaria
El método kakeibo consiste en tener una libreta de finanzas en la que anotes todos tus gastos y todo el dinero que ingresas cada mes. Elige un día de la semana para sentarte frente a la libreta y separa todos tus gastos en categorías como vivienda, comida, gastos médicos y entretenimiento. Este método te ayuda a tomar conciencia de tu economía doméstica y mejorar la toma de decisiones.
El idioma del efectivo
La táctica de solo utilizar dinero efectivo para realizar todos tus gastos puede ser muy efectiva si sabes cómo organizarte y de esta manera podrás evitar los gatos superfluos y las compras impulsivas. Esta también es una buena opción para evitar utilizar la tarjeta de crédito, ya que pagar con plástico aumenta el gasto un 15%.
Una era de hielo para el plástico
Un método que es muy recomendado para evitar compras compulsivas es congelar la tarjeta de crédito. Aunque algunas personas hagan esto literalmente con un recipiente de agua en la nevera, la idea principal detrás de esta táctica es prevenir la tentación de utilizar la tarjeta y tener que lidiar con gastos que no son esenciales para luego pagar a plazos las deudas acumuladas por el plástico para evitar que se acumulen los intereses.
Con tus propias manos
La mentalidad del “Do it yourself” o «Hazlo tú mismo” también es de gran ayuda cuando se necesita ahorrar dinero. El concepto general de este método es simple: lo que puedas hacer tú en vez de pagar por un servicio o producto, hazlo. Esto incluye cocinar, reparar muebles y arreglar tu ropa. Obviamente, hay situaciones muy particulares en las que es necesario contactar a un experto como, por ejemplo, la reparación de electrodomésticos, pero en general, lo que puedas hacer tú, hazlo.