Los clubhouses del Quisqueya necesitan mayor comodidad
Desde hace tiempo, los jugadores de la pelota invernal de la República Dominicana, se han quejado de las pobres condiciones de los vestidores cuando se encuentran en la ruta en los partidos de Lidom.
El pasado invierno, varios jugadores como Robinson Canó, Juan Francisco y Marcel Ozuna, para citar solo algunos, manifestaron su inconformidad con las condiciones de los clubhouses de visitantes, en los diferentes parques del país, en entrevistas ofrecidas en Abriendo el Podcast.
Diario Libre visitó los dos clubhouses de visitantes del Estadio Quisqueya Juan Marichal y, aunque no presentan un marcado deterioro, sí se pudo constatar que hay pocas comodidades para los visitantes.
Para entrar al clubhouse de visitantes del lado del Licey, hay que cruzar por dentro de la caja de bateo del equipo azul.
Los “lockers” son bastante pequeños y la alfombra está totalmente sucia.
Las sillas disponibles para los jugadores son de plástico y hay un par de sofás viejos.
En el lado del Escogido también se utilizan las sillas de plástico, pero hay que reconocer que los espacios están mejor distribuidos que en otros lugares visitados, el acceso es más adecuado, por el túnel que está al lado del dugout rojo y los aires acondicionados funcionan a la perfección.
El estadio Quisqueya Juan Marichal fue inaugurado el 23 de octubre del año 1955, y en sus más de sesenta años de historia ha sufrido transformaciones y remodelaciones con la finalidad de que pueda ser una instalación adecuada a los tiempos.
Entre esas remodelaciones que ha sufrido con el paso del tiempo, están las facilidades para los protagonistas del espectáculo, los peloteros.
En los inicios los equipos visitantes al Quisqueya utilizaban el clubhouse del equipo contrario al que enfrentaban, si jugaban contra el Licey, usaban el del Escogido y viceversa.
Luego se habilitó un clubhouse único para los equipos visitantes, que estaba ubicado del lado derecho del estadio, cuando los equipos enfrentaban al Escogido y algún pelotero tenía que hacer algo en el clubhouse mientras se desarrollaba el partido, tenía que atravesar el terreno de juego para llegar a su destino.
«Todos los clubhouses de visitantes son un disparate, igual que los terrenos de juego, no invierten»Jugador Gigantes del Cibao
Lo que se observa en los dos camerinos de visitantes en la actualidad dista mucho de lo que se consigue en los de dueños de casa y lo ideal es que puedan proporcionar a los jugadores comodidades al nivel del evento.