Bruselas quiere vincular el dinero de la reconstrucción de Ucrania a la adopción de reformas
La Unión Europea trabaja activamente para avanzar en la reconstrucción de Ucrania, pese a que el país sigue inmerso en una guerra por la invasión rusa. Es, además, lo que pedía ante el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) esta misma semana el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, que animaba también a las empresas a participar en la conferencia de donantes que Bruselas ha organizado para el próximo mes en Lugano (Suiza). El objetivo es recaudar fondos y establecer una plataforma conjunta entre la Comisión Europea y el Gobierno de Kiev para la reconstrucción del país. Pero la UE quiere ir más allá.
Lo apuntaba la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante su intervención ante el Foro de Davos el pasado martes. “No se trata solo de deshacer el daño de la furia destructiva de [Vladímir] Putin. También se trata de construir el futuro que los ucranios han elegido para sí mismos”, subrayó. Eso se traduce, según explicó la mandataria, en acompañar la financiación con reformas “ambiciosas, como la modernización de la administración, el firme establecimiento del Estado de derecho y la independencia de su poder judicial; la lucha contra la corrupción y los oligarcas y la construcción de una economía justa, sostenible y competitiva”. La presidenta del Ejecutivo europeo cree que esto “ayudará firmemente a Ucrania en su camino europeo”, que es a donde pertenece el país, dijo.
A través de esa plataforma conjunta, que ya se ha bautizado informalmente como plan Marshall para Ucrania, la UE quiere convocar tanto a los países como a las instituciones financieras internacionales y al sector privado para aportar financiación. “Necesitamos a todo el mundo a bordo. (…) Y no debemos dejar ninguna piedra sin remover, incluyendo, si es posible, el uso de activos rusos”, dijo Von der Leyen.
En su intervención por videoconferencia ante el Foro, Zelenski puso cifras a las necesidades del país. “Necesitamos 5.000 millones de dólares [unos 4.660 millones de euros] al mes para funcionar, financiar la guerra y crear un fondo para la reconstrucción del país”, dijo.
Lo cierto es que la experiencia de la UE con la deriva de países como Polonia y Hungría en el ámbito del Estado de derecho, entre otros, una vez como miembros de pleno derecho, puede explicar en buena medida la insistencia de la Comisión en sus reclamaciones. “Las reformas y la inversión deben ir de la mano en el caso de Ucrania. No cabe duda de que el país está bien situado para optar al estatus de candidato, pero no debemos bajar los niveles que hemos alcanzado en la UE. Nosotros somos el ejemplo de que es posible cumplir con estándares elevados y de que funciona”, declaraba en una mesa redonda el primer ministro eslovaco, Eduard Heger, en claro apoyo a las posiciones de Von der Leyen.
Pero no todo el mundo está de acuerdo en seguir ese camino, que en un momento dado podría retrasar los avances en la adhesión de Ucrania si incumple la adopción de reformas. “Estoy absolutamente convencida de que Ucrania puede ser un país candidato a ser miembro de la UE”, decía la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, con el asentimiento del presidente letón, Egils Levits, a su lado en un desayuno organizado por el oligarca ucranio Víctor Pinchuk, muy activo en Davos. “En el Parlamento Europeo creemos que si un país comparte los valores y principios fundamentales en los que se basa Europa y lucha por ellos, ¿por qué Europa no debería abrir sus puertas de par en par a ese país? ¿Por qué tenemos que escondernos tras diferentes leyes durante décadas otra vez? Es solo una cuestión de voluntad política”, dijo Metsola. A su juicio, es posible debatir los pasos de diferentes países en el camino hacia la UE, pero se debe abrir la puerta para Ucrania.
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“Si somos serios y nos tomamos en serio nuestros principios, no hay manera de decir que Ucrania no pertenece a Europa, y luego hay cuestiones técnicas sobre cómo hacerlo. Pero el estatus de candidato es el principio del proceso”, apuntaba el miércoles Levits. “Es el punto de partida, y deberíamos dárselo a Ucrania. Creo que es realista, que es posible y que además nos interesa”, dijo.
Han sido numerosas las voces que han expresado el apoyo a la futura adhesión de Ucrania al proyecto europeo, pero no todos con el mismo grado de entusiasmo. “El acceso a la UE fue uno de los momentos de mayor avance y transformación de Irlanda, no solo desde el punto de vista económico. No puedo decirle a otros países que no pueden tener esa oportunidad, pero creo que la integración debería empezar con países que ya están a la espera en los Balcanes y hacerse sobre valores compartidos”, declaraba en el Centro de Congresos el primer ministro irlandés, Micheál Martin.
También están, sin duda, los que descartan utilizar la vía rápida para Ucrania, con o sin guerra. Como el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, que declaraba poco antes que las posibilidades de Ucrania de convertirse en país candidato a la UE “no son muy grandes”. Una condición que Kiev aspira a adquirir este mismo mes de junio.
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