Son acosados haitianos que viven en Ciudad Juan Bosch
Las familias de inmigrantes haitianos que residen en la Ciudad Juan Bosch viven en un estado de zozobra, persecución, acoso, atropello y malos tratos, según denunciaron este martes dos organizaciones de la sociedad civil.
La Mesa Nacional para las Migraciones y Refugiados en la República Dominicana (Menamird) y la Asociación de Haitianos Residentes en el complejo de apartamentos señalaron a un grupo de nacionalistas como los responsables de la situación, así como algunos miembros de la Policía Nacional y la Dirección General de Migración (DGM).
“Eso grupos de nacionalistas, quienes han copiado el accionar de organizaciones nazistas, se han dedicado a agredir tanto verbal como físicamente a las personas que les parece que son de orígenes haitianos”, afirmaron.
La situación comenzó luego del enfrentamiento entre trabajadores haitianos y autoridades de la DGM, el pasado 18 de mayo en la Ciudad Juan Bosch, por lo que las organizaciones pidieron a las autoridades investigar las causas que originaron el incidente.
Menamird y la Asociación de Haitianos rechazaron los actos de violencia y explicaron que los inmigrantes residentes de la Ciudad Juan Bosch “nada tuvieron” que ver con los hechos ocurridos y están al margen de las causas que motivaron el enfrentamiento.
William Charpentier, coordinador de Menamird, precisó que los haitianos residentes en la Ciudad Juan Bosch no representan ninguna carga para el Estado dominicano. “Son personas que vienen a la República Dominicana a resguardarse de la situación de inseguridad en Haití”, contó Charpentier.
Las organizaciones indicaron que los acosadores se colocan frente a las viviendas, insultan y amenazan a las familias, violando el derecho a la privacidad. “Solicitando que quienes las habitan abandonen sus casas y, de no obtemperar, serán sacados de manera violenta”, afirmaron.
Tanto Menamird como la Asociación de Haitianos Residentes en la Ciudad Juan Bosch pidieron a las autoridades prestar atención ante «estos graves hechos» que, advirtieron, de continuar podrían desencadenar actos de violencias de «proporciones inimaginables».
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