La delincuencia gana terreno
En las últimas semanas la ciudadanía ha visto con espanto una serie de hechos delictivos que parecen ser escenas de películas del viejo oeste americano o de series llevadas a la pantalla chica o al cine, en las que el denominador común son espectaculares asaltos o crímenes atribuidos a la delincuencia organizada o mafias vinculadas al narcotráfico.
Las alarmas han sonado, pues la delincuencia ha desafiado a las autoridades y ha cometido sus fechorías a plena luz del día o bajo el manto de la oscuridad de la noche en grandes y pequeños negocios y centros de diversión, en presencia de decenas de parroquianos o familias que buscaban disfrutar de un momento de ocio. Tampoco les ha importado la presencia de menores.
Pero donde se le puso la tapa al pomo fue el pasado lunes, cuando seis individuos fuertemente armados, con chalecos antibalas y pasamontañas, asaltaron un camión de envío de valores en un negocio de venta de gas, con el accionar de un comando bien entrenado.
Hay que prestar más atención, la delincuencia no puede seguir ganado terreno, mientras la seguridad ciudadana sigue siendo una retórica gubernamental, sin resultados concretos.