Sandy Alcántara es el ace dominicano
Desde la temporada del 2019, el derecho dominicano Sandy Alcántara está dando señales de lo que es capaz de hacer en el montículo, con el equipo de los Marlins de Miami, a pesar del poco apoyo ofensivo que ha recibido en ese período de tiempo.
Es tanto así, que a pesar de que 24 de sus 33 aperturas de la temporada pasada fueron de calidad, Alcántara tuvo una marca de 9-15 y 3.19 de efectividad.
Pero en el 2022, poco ha importado lo que los Marlins le han podido dar de respaldo al lanzallamas: él está dominando por encima de cualquier otra cosa.
“Cuando Sandy está lanzando, uno siente de cierta forma que es mejor que cualquiera de los lanzadores que tenemos allá”, dijo el dirigente Don Mattingly a MLB.com.
“No quieres quitarle la pelota si todavía está tirando bien. Pero no voy a permitir que pierda ese juego con 118 pitcheos o algo así”.
Y ha sido así, como demostró el domingo al tirar juego completo, el cuarto de su carrera y primero de esta temporada.
Alcántara tiene marca de 4-2 y 2.11 de efectividad este año, con nueve aperturas y 59.2 entradas en las que ha ponchado 49 y solo ha dado 22 boletos en las nueva aperturas que ha realizado en lo que va de campaña.
Su efectividad ajustada de 191 implica que él esta lanzando casi dos veces mejor que el lanzador promedio de la liga.
Así de bueno ha sido Alcántara, quien ya podría reclamar el título del mejor abridor dominicano en Grandes Ligas, en una competencia que incluye a Luis Severino, Luis Castillo, Freddy Peralta, entre otros.
Alcántara ha aprendido a recuperarse de malos momentos, una de las razones clave para su éxito absoluto.
“Cuando tengo un mal juego no me siento mal, porque sé que voy a tener oportunidades para mejorar y seguir compitiendo”, contó Alcántara a MLB.com.
“Como les dije hace unas semanas cuando tuve esos dos juegos malos, he venido trabajando bien fuerte para seguir mejorando y compitiendo y hoy lo hice”.
Alcántara se ha convertido en el real estelar dominicano en Grandes Ligas, recuperando el puesto destacado de pitchers quisqueyanos del pasado.