El creador de Rosca, Hernán Jirón, se ha ido
Tuve el honor de coincidir con don Hernán Jirón en Diario Libre. Me pareció un caballero en su presencia y en su trato, de charla inteligente y pausada. Hablamos mucho sobre ortografía y sobre la importancia del dominio de la lengua como herramienta de creación. Obligada la lectura diaria de su viñeta; empezar por la última página teñía el cristal con el que miraba la actualidad con un tono irónico que nunca viene mal para enfrentarse a la realidad cotidiana. Suelen los diarios dedicar su página final a este enfoque particular o personal de la información, y don Hernán logró que Rosca Izquierda se enseñoreara de ella desde 2008. En sus viñetas destacaba la imagen inconfundible de su protagonista, con la expresividad de su bocota, siempre lista para opinar, y de sus manos, siempre listas para puntualizar expresivamente sus afirmaciones. Sin embargo, el carácter inconfundible de la viñeta es el resultado de sus palabras cargadas de tierna ironía campechana. El humor de Rosca Izquierda nos presenta la cotidianeidad poniendo el acento en su lado cómico o ridículo, con agudeza, pero sin acritud. Para eso ya tenemos suficiente con las noticias.
Su colega Pote Leche ha escrito que el caricaturista odia quedarse con las ideas en la cabeza y que dibujarlas es su forma de ponerlas en el mundo para que cobren vida. En los lápices de don Hernán Jirón la sanidad pública, el costo de la vida, el caos del tránsito, los apagones, la política y los políticos cobraban vida a diario y conseguían sacarnos al menos una sonrisa, que vamos a echar de menos. Hasta siempre, Rosca.