Intercambios de «disparos» entre Leonel y Abinader
Los intercambios entre el expresidente Fernández y el presidente Abinader han sido un pistoletazo de salida. La tregua ha terminado, arranca la campaña, se definen los adversarios. Como estaba previsto que el amor se acabaría a tiempo de preparar las elecciones de 2024, salieron a la pista acompasados.
En su afán de dividir al PLD, los perremeístas ayudaron a Leonel en su accidentado comienzo de un nuevo partido. Casi “un poco demasiado”. Alfombra roja para hacerse con unas siglas, estirando las cuentas para que recibiera el dinero que corresponde a los partidos mayoritarios cuando no lo era. Transfuguismo elevado a los altares en un goteo que arrecia.
En el ecuador de esta primera administración perremeísta, los tiempos se han acelerado. Estamos en campaña y el fair play con la Fuerza del Pueblo, entienden los del comité de conspiraciones, debe terminar. El PLD sigue muy herido. El PRM es una cosa, el Gobierno otra y Abinader todo. Una situación compleja podría definir la segunda vuelta: Leonel es un líder sin partido y el PLD un partido sin líder.
¿Puede descartarse de plano una alianza entre el PLD y la gente de la Fuerza del Pueblo? Dependerá, reflexiona un peledeísta veterano y melancólico, de quién gane las primarias: “Si el candidato es Abel Martínez, no es descabellado pensar que aceptaría ser el vice de Leonel en una segunda vuelta para batir a Luis Abinader. Si la candidata es Margarita, es imposible una alianza. Y si por Danilo fuera… eso no pasará nunca”.
(Perremeístas, peledeístas, perredeístas, reformistas… ¿Cómo identificar a los militantes de la Fuerza del Pueblo? Si la respuesta es “leonelistas” ese partido tiene un problema.)