Ciudades habitables y amigables en el futuro
Aún quedan muchos analfabetos, pero son menos. Quedan bárbaros y dictadores, pero son menos. Queda gente deforestando, pero son menos. Y, porque son más los jóvenes que reforestan y elevan el estandarte del respeto a la biodiversidad y al medio ambiente, debemos ser optimistas.
Biofilia, es un término concebido por el biólogo norteamericano Edward Osborne Wilson para describir la afiliación emocional e innata entre el ser humano y los demás organismos vivos. Con el paso del tiempo, las personas nos hemos ido agrupando en las grandes ciudades. Luego nos llega la nostalgia, y volvemos a reconocer las ventajas de vivir en el campo, en contacto con la naturaleza, y la necesidad de sanar el estrés. El padecimiento de la modernidad. De ahí que constructores y arquitectos estén diseñando ciudades, edificios y hospitales en un contexto y ambiente biofílicos.
The Biophilic Cities Project (Proyecto de Ciudades Biofílicas) es una iniciativa de Tim Beathley, profesor de arquitectura de la Universidad de Virginia que propone integrar la naturaleza a nuestras ciudades creando alternativas donde el individuo pueda fusionar sus actividades diarias con la naturaleza que le rodea. En el contexto de una ciudad biofílica, sus habitantes dispondrán de grandes espacios cubiertos de vegetación. Singapur es un buen ejemplo. Una gran ciudad en medio de una gran vegetación.
A quienes nos venden la idea de que nuestra juventud no sirve, que todo está perdido, les digo que miles de jóvenes en el mundo emprenden sus propios negocios con grandes éxitos. Que un joven empresario dominicano trajo al país a Coldplay, una agrupación de jóvenes artistas, con música de calidad y cuyo líder Chris Martin es un gran compositor, filántropo, favorecedor del comercio justo y un abanderado contra el hambre en el mundo.
Aquí, hay mucha gente que está promoviendo excursiones y el turismo rural. Hay muchas comunidades de campesinos(as) que reciben a centenares de personas deseosas de conocer nuestro país por dentro, sus ríos y montañas. Sus costumbres y su culinaria, creando conciencia y nuevos empleos para esas familias campesinas. Porque hay en marcha en el mundo una revolución por el rescate del medio ambiente y una vida saludable. Y nuestro país no está ajeno a esa revolución.
Y aunque todavía queden algunos “líderes” varados en su atraso, nuestro planeta azul inevitablemente será un planeta verde y habitable.