Las imágenes de la guerra en Ucrania conmocionan al mundo
Siguen llegando las terribles imágenes de una guerra que por la desigualdad entre agresor y agredido mueve a la compasión y al miedo.
Van saliendo los turistas ucranianos que descansaban en nuestro país, al que llegaron pensando que sería imposible que Rusia atacara a su patria de una manera tan sorpresiva y rotunda. Salieron de vacaciones y vuelven a un conflicto armado, a un país que no es el que dejaron. Vuelven sin perspectivas de continuar con el estudio, trabajo o quizá, sin el hogar, la vida que dejaron en pausa.
Rusos o ucranianos, los ciudadanos de ambos países son las víctimas de una guerra que no han elegido y que solo va a causar la destrucción de su vida. Ver saltar por los aires lo construido atendiendo a interpretaciones o argumentos históricos, raciales, identitarios… es un sinsentido para el ciudadano.
Volver al lenguaje de la guerra fría, de los bloques de la segunda mitad del siglo XX no encaja en un mundo tan interconectado como el actual. Pero la naturaleza humana vuelve a revelarse como lo que es y la lucha por el poder, el detonante de cualquier masacre.