El mensaje de Luis Abinader estuvo falto de una bomba
El presidente Luis Abinader desperdició una gran oportunidad para tomar por asalto la opinión pública con su mensaje de rendición de cuentas del pasado domingo, 27 de febrero. Tengo que decir, con el mayor respeto, que es el discurso menos efectivo que he escuchado dar al mandatario desde que sigo sus alocuciones públicas, lo cual es una pena, pues si algo tiene él es que es buen comunicador.
El discurso tuvo un tono triunfalista, con una clara intención de reelección, muy cuidadoso y falto de esa bomba que provoca una estela de discusión pública que lo hace inolvidable. Intencionalmente no lo comenté al instante, dejé pasar unos días, para ver si mi impresión es correcta, y ha sido así.
Al mensaje presidencial le ha pasado lo peor posible, que par de días después nadie hable del momento político más importante del año. Hay quien dice que Abinader gastó las balas las semanas previas, buscando evitar que el tema de la inflación lo afectara, lo cual puede ser.
Creo que el Presidente, dado que la pandemia de COVID-19 ha bajado su intensidad, debe centrar su estrategia en dos puntos fundamentales: la inflación y la delincuencia. Si Abinader no lograr evitar que esos temas, como se dice en el argot político, “se le peguen”, podría verse en problemas de popularidad.
La gente, además de la guerra, lo que habla en la calle es de los altos precios y de los atracos. Donde quiera que me paro escucho a las personas aludiendo a esos dos temas fundamentalmente. No comentan de la pandemia, ni de Haití, ni de las enmiendas a la Constitución, ni de la corrupción.
Por lo que noto, el pueblo dominicano tiene la percepción, o expresa la realidad, de que el país está muy caro y la inseguridad reina en las calles. Eso puede ser verdad o no, no estoy entrando en esa valoración, sólo hablo de la percepción pública, y si esa percepción acaba siendo atribuida a Abinader, la oposición podrá explotarla como lema de campaña y hacerle mucho daño.
Entonces, creo que el mensaje debió contener dos bombazos en esos dos temas. Bombazos, no algunas soluciones que el pueblo olvidará con facilidad. Tomen nota, son sugerencias, como siempre, con la mejor de las intenciones.