La victoria de Christiane Taubira en las primarias populares dispara las dudas en la izquierda francesa
¿Y ahora, qué? La pregunta se la planteaban tanto analistas políticos como, probablemente, buena parte de los candidatos de izquierda en Francia tras la victoria este domingo de la exministra de Justicia Christiane Taubira en las denominadas primarias populares. La duda es especialmente acuciante para la socialista Anne Hidalgo. Muy lastrada ya por unas encuestas que le dan una intención de voto en mínimos históricos, esta iniciativa ciudadana para buscar una candidatura unificada de la dividida izquierda, celebrada a solo 70 días de las elecciones al Elíseo, podría darle la puntilla definitiva a su campaña, en vista del mal resultado obtenido en este proceso: la aspirante presidencial socialista ha quedado quinta, por detrás de Taubira y sus principales rivales de izquierda, el líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, y el ecologista Yannick Jadot; pero también de un casi desconocido, el eurodiputado Pierre Larrouturou.
Tanto Mélenchon como Jadot habían asegurado reiteradamente que no darían validez a unas primarias en las que su nombre fue incluido a pesar de su oposición. A ese rechazo se unió finalmente Hidalgo, después de que su propia propuesta de celebrar unas primarias de izquierda, lanzada en diciembre, fuera igualmente desestimada por sus rivales. En los últimos días, ha reiterado en entrevistas que está dispuesta a ir “hasta el final” en la campaña electoral y así lo volvió a reiterar el domingo tras conocer los resultados. Pero según la prensa francesa, las dudas sobre su candidatura se multiplican en el seno de su partido. Los socialistas Benoît Payan, alcalde de Marsella, y la presidenta de la región Borgoña-Franche-Comté, Marie-Guite Dufay, ya habían anunciado que apoyarán al vencedor —vencedora en este caso— de las primarias populares, recordaba Le Monde este fin de semana.
Aun así, todos han seguido de cerca un proceso que ha acabado teniendo un éxito insospechado y poco desdeñable: casi medio millón de ciudadanos se había inscrito para participar en la votación y 392.738 emitieron finalmente su voto (84,1%), en un proceso por internet que comenzó el jueves y culminó este domingo. Una cifra muy superior a los participantes en las primarias ecologistas y en la selección de la candidata conservadora Valérie Pécresse, lo que, según sus organizadores, da validez y fundamento al proceso.
La votación siguió un proceso complicado en el que se pedía a los participantes calificar a los siete candidatos designados con notas que iban desde “muy bien” a “insuficiente”. Al cierre del escrutinio, en la tarde del domingo, se contabilizaron las calificaciones de cada candidato, para elaborar finalmente la lista en la que quedó Taubira a la cabeza, con una nota final de “bien +”. Le siguen Jadot con un “bastante bien +” y Mélenchon con un “bastante bien -”, seguidos de Larrouturou con un “aceptable +” e Hidalgo, con nota similar. La socialista solo ha quedado por delante de otras dos candidaturas surgidas de la sociedad civil, Charlotte Marchandise (“aceptable -”) y Anna Agueb-Porterie (“insuficiente”).
La única que había dicho aceptar desde el principio las primarias populares —motivo por el que declaró su candidatura a mediados de enero— fue Taubira, pese a la paradoja de que con este paso contribuía potencialmente a una división aún mayor de un campo de la izquierda con más de media docena de candidatos. Sus críticos han achacado desde el principio a las primarias populares de ser una plataforma encubierta para lanzar a Taubira, muy popular entre un sector de la izquierda, pero que tampoco logra superar el 5% de intención de voto.
Taubira tomó el domingo rápidamente la palabra para aceptar la designación y prometer que tratará de “unir a las izquierdas y sus sensibilidades”.
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Para ello, adelantó, se dispone ahora a ponerse en contacto con todos sus rivales de izquierdas. “Llamaré a Anne [Hidalgo], llamaré a Jean-Luc [Mélenchon], llamaré a Fabien [Roussel, el candidato comunista descartado de las primarias populares], llamaré a Yannick [Jadot]”, prometió. “Soy consciente de sus reticencias, pero también conozco su inteligencia y su sentido de interés general. Esta unión, la construiremos juntos”, aseveró.
Su llamamiento amenaza sin embargo con topar con oídos sordos. “No me concierne, es su asunto”, dijo Mélenchon en la cadena France 5. Ahora “tenemos una candidatura más, exactamente lo contrario que deseaba la primaria popular”, valoró por su parte el ecologista Jadot en la televisión TF1. En la misma línea, Hidalgo, ante la pregunta en France 5 sobre qué pensaba de los resultados, respondió: “Es una candidata más. Podría haber sido un momento de unión de toda la izquierda, pero será una candidatura más”.
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