La Guardia Costera concluye sin éxito la búsqueda de decenas de migrantes tras un naufragio frente a Florida
La historia del último drama migratorio de Estados Unidos, ejemplificado en la foto de un hombre a la deriva encaramado sobre los restos de un naufragio, se cierra este jueves con la caída del sol. La Guardia Costera de Florida ha decidido dar por terminada a esa hora la búsqueda de nuevas víctimas en el mar tras hallar en las últimas horas cuatro cadáveres más, que se suman al notificado este miércoles. Aún quedan 34 migrantes por localizar.
Cuarenta partieron el sábado de Bimini, cadena de islas en las Bahamas a unas 55 millas (88 kilómetros) al este de Miami. Iban en una barcaza de ocho metros de eslora rumbo a Estados Unidos. Una tormenta los sorprendió durante la travesía, que habían emprendido sin chalecos salvavidas a bordo. El martes, una embarcación privada avistó a unos 70 kilómetros del puerto de Fort Pierce, en Florida, la figura de un hombre, cuya nacionalidad no trascendió inicialmente, sobre el esqueleto de un bote. Fue entonces cuando la Guardia Costera inició la búsqueda en un área de aproximadamente 135 millas (218 kilómetros), superficie que las autoridades compararon con la del “Estado de Nueva Jersey”.
Investigadores de Seguridad Nacional citados por la agencia AP han reiterado este jueves las sospechas iniciales: que el caso se está tratando como una operación de contrabando de personas. “Nuestro objetivo es identificar, arrestar y enjuiciar al criminal u organización criminal que haya organizado, facilitado o sacado provecho de esta empresa condenada al fracaso”, dijo el agente al cargo, Anthony Salisbury. La ley federal contempla condena de muerte para esos delitos, si implican la muerte de personas.
La capitana de la Guardia Costera Jo-Ann F. Burdian, al mando de la operación, ha explicado que la decisión de dejar por imposible la búsqueda no ha sido fácil: “Hemos peinado la zona una y otra vez. Contábamos con buena visibilidad y sabemos que estamos buscando en el área correcta. Hemos encontrado más muertos. Y eso nos hace pensar que probablemente no haya supervivientes”.
Según cálculos de las autoridades, el único pasajero hallado de momento con vida estaba a unos 160 kilómetros de donde se cree que volcó la embarcación. La Corriente del Golfo, cuyas aguas aparentemente plácidas son temidas por los marineros, lo empujó hacia el norte.
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Si se confirmara la muerte del resto de sus compañeros de viaje se trataría de una de las tragedias migratorias más graves de los últimos años en el Caribe. Desde 2014, al menos 967 migrantes han desaparecido en estas aguas, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), dependiente de las Naciones Unidas.
Según The Washington Post, la Guardia Costera ha rescatado a 802 haitianos y 586 cubanos desde el pasado 1 de octubre. La comparación de estas cifras con las del total del año (1.527 haitianos y 838 cubanos) da una idea de que el aumento del uso de estas rutas para llegar a Estados Unidos. Se trata además de un problema que no solo afecta a la Costa Este. El pasado mes de mayo, al menos cuatro personas murieron y otras 25 han resultado heridas después de que una embarcación volcara frente a San Diego, al sur de California.
Según la OIM, alrededor de 5.000 haitianos trabajan legalmente en las Bahamas. Entre 20.000 y 50.000 se hallan ilegalmente en el archipiélago de 700 islotes (39 de ellos habitados), situados a 80 kilómetros al sureste de la costa de Florida, próximos a Jamaica, Cuba y Haití. El país es a menudo empleado como trampolín por quienes quieren llegar a Estados Unidos.
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