Un tribunal de apelaciones de EE UU confirma la condena al narcotraficante mexicano El Chapo Guzmán
Un tribunal de apelaciones de Estados Unidos ha ratificado este martes la condena a cadena perpetua del narcotraficante mexicano Joaquín El Chapo Guzmán Loera. La Corte de Apelaciones del Segundo Circuito en Manhattan ha rechazado la estrategia de la defensa que pretendía anular la sentencia contra el sanguinario capo argumentando las restricciones de libertad “sin precedentes” que vivió su cliente desde su detención (dos años y medio de confinamiento solitario) y una presunta mala práctica de varios miembros del jurado, que siguieron las noticias de la prensa pese a la prohibición expresa del juez que dictó sentencia.
El abogado de Guzmán, Marc Fernich, ha informado a través de un correo electrónico que el encausado llevará su queja a la máxima autoridad judicial del país, el Tribunal Supremo de EE UU, según informa la agencia de noticia Reuters. El capo mexicano, 64 años, se fugó dos veces de la cárcel, quiso filmar una película con Sean Penn y construyó un imperio multimillonario basado en el tráfico de drogas. En febrero de 2019 fue condenado por traficar miles de millones de dólares en drogas y conspirar para asesinar a enemigos, como líder del cártel de Sinaloa.
El Chapo cumple condena de por vida en la cárcel de máxima seguridad en Florence (Colorado) conocida como Supermax, inaugurada en 1994 para recibir a los reos más peligrosos del sistema penitenciario de Estados Unidos. Jamás ha escapado nadie de la ADX (Administrative Maximum Facility, siglas y nombre en inglés de la prisión).
En febrero de 2019, la suerte del narco más poderoso quedó en manos de un jurado compuesto por ocho mujeres y cuatro hombres. Las deliberaciones se extendieron durante más de 34 horas. Entonces, su esposa, Emma Coronel, vivía en libertad. A finales de diciembre del año pasado, Coronel, 32 años, fue condenada por un tribunal de la ciudad de Washington a una pena de tres años de cárcel por los delitos de tráfico de drogas y lavado de dinero, de los que se había declarado culpable.
El enemigo público número uno fue extraditado de México a EE UU en enero de 2017, donde quedó bajo custodia de las autoridades norteamericanas. El preso había sido enviado a una prisión de Ciudad Juárez, en Chihuahua (al norte de México, en la frontera con Texas) en mayo de 2016. Antes de eso, Guzmán estuvo cuatro meses en la prisión del Altiplano, desde el 8 de enero de 2016, cuando fue recapturado en Los Mochis, Sinaloa. El Chapo se había fugado de esa misma cárcel en julio de 2015, cuando sus secuaces cavaron un túnel de 1.500 metros desde una construcción hasta la celda del capo. Durante más de seis meses fue el prófugo más buscado de México.
La defensa del Chapo para revocar la condena se basó en un reportaje de la revista Vice, que contaba que cinco de los ciudadanos encargados de enjuiciar durante 12 semanas 10 cargos que incluían narcotráfico, tenencia de armas, lavado de divisas y asociación criminal desoyeron presuntamente la advertencia del juez de no seguir el caso en los medios de comunicación. El denunciante, otro miembro del jurado, hablaba en el artículo de forma anónima.
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Según Vice, leer en la prensa sobre las acusaciones de un testigo, que se consideraron inadmisibles en el juicio y que hablaban de como el narco había drogado y abusado sexualmente de niñas menores de edad, pudieron influir en el ánimo de esas personas. El fiscal federal Hiral Mehta replicó que los tribunales no deberían anular las condenas basándose sobre todo en las afirmaciones de jurados anónimos a páginas online. “Las pruebas aquí no son competentes, simplemente no lo son”, dijo Mehta.
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