Trabajar en una computadora te envejece más que otros trabajos
La computadora es parte indispensable de nuestras vidas, ya sea para el ocio, el estudio o el trabajo. Sin embargo, diversos estudios observan cómo y cuánto envejece trabajar con una computadora. Aquí te contamos en detalle y te decimos cómo evitarlo.
Arrugas: ya sea que lo haces para concentrarte, porque no lees lo que hay en la pantalla o por algún efecto en particular de ésta, frunces el ceño. Y eso hace que tu entrecejo se llene de arrugas. Puedes combatirlo con un sencillo ejercicio. Pon los dedos índice y pulgar a cada lado de la cabeza, apoyando el índice sobre cada ceja. Estira la piel hacia atrás y levanta las cejas. Mantén la postura unos 10 segundos, descansa y repite dos veces más. Ese estiramiento acompañado por tus manos ayuda a reafirmar los músculos faciales.
Papada: al inclinar levemente la cabeza hacia delante relajamos excesivamente esa musculatura, que va perdiendo elasticidad y tono. Es, entonces, cuando la piel vence y cae. Puedes evitarlo colocando la parte superior de la pantalla a la altura de tus ojos. Si está más baja, no sólo promueve la aparición de la papada sino de dolores posturales.
Más barriga: por lo mismo que lo anterior, al adoptar una postura en C, la espalda se encorva y los hombros caen hacia delante. La musculatura abdominal se acorta y se vuelve flácida, por lo que es mucho más probable que con el tiempo se vaya volviendo más prominente, abultada y blanda. Dedica algunas horas al día a realizar ejercicio físico y estiramientos.