La izquierda francesa añade una nueva candidatura a su fragmentada carrera a la presidencia
La ya de por sí dividida izquierda francesa tiene desde este sábado una candidatura más. La exministra de Justicia Christiane Taubira se ha lanzado a la carrera presidencial con la voluntad, ha afirmado, de reunir al campo progresista en unas primarias que, sin embargo, sus principales concurrentes rechazan.
Por un Gobierno “que nos respete y que os respete, soy candidata a la presidencia”, anunció Taubira, de 69 años, en un acto celebrado en la ciudad de Lyon ante unos 400 seguidores.
La que fuera ministra de Justicia durante el Gobierno del socialista François Hollande —reconocida, entre otros, por impulsar una ley que declaró la esclavitud como crimen contra la humanidad o la ley a favor del matrimonio homosexual— goza de bastante popularidad en un sector de la izquierda, aunque los sondeos la sitúan en torno al 3% de intención de voto.
Otros, sobre todo en el Partido Socialista, le reprochan hasta hoy su anterior intento presidencialista, en 2002, que consideran fue en parte responsable de que el entonces principal candidato socialista y favorito de esos comicios, Lionel Jospin, quedara por muy poco eliminado en la primera vuelta y que, por primera vez en la historia de la quinta República francesa, pasara a la segunda ronda un candidato de extrema derecha, Jean-Marie Le Pen, finalmente vencido por el conservador Jacques Chirac.
Los fantasmas vuelven ahora, sobre todo en momentos en que ningún candidato de izquierdas logra superar el 10% de intención de voto y muchos de ellos arriesgan incluso con no llegar ni al 5% necesario para que un partido pueda recuperar los gastos de campaña, incluida la candidata oficial socialista, Anne Hidalgo. La candidatura de Taubira se une a las ya declaradas del líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon; del ecologista Yannick Jadot, del comunista Fabien Roussel, del también exministro socialista Arnaud Montebourg (quien podría anunciar pronto su retirada) y de Hidalgo, entre otros.
Taubira ha asegurado que su intención es someter su candidatura al proceso de primarias populares que está organizando un movimiento ciudadano para finales de mes entre diversos candidatos de izquierda. “Reconoceré las reglas de las primarias populares y reconoceré su resultado”, aseveró una vez más este sábado.
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Poco después de que Taubira confirmara su candidatura, el equipo de las primarias populares revelaba la lista final de los candidatos que habían sido seleccionados en los pasados meses por los inscritos en el proceso y que someterá a una única votación entre el 27 y el 30 de enero. Además de Taubira, figuran Hidalgo, Yadot y Mélenchon pese a que estos tres han desestimado el proceso, así como los mucho menos conocidos Anne Agueb-Porterie, Pierre Larrouturou y Charlotte Marchandise. Según han explicado en una rueda de prensa, por el momento se han registrado para votar 120.000 ciudadanos, aunque el proceso seguirá abierto hasta el 23 de enero. Es una cifra similar a la de las primarias ecologistas de las que salió elegido Yadot en septiembre y solo levemente inferior a la de la votación de Los Republicanos en la que Valérie Pécresse se erigió como la candidata conservadora.
El proceso de primarias populares, durante tiempo ignorado por los principales partidos de izquierdas, adquirió fuerza de forma inesperada cuando la socialista Hidalgo dio un giro sorpresivo y, a comienzos de diciembre, propuso a sus rivales progresistas un proceso de primarias para acordar un candidato capaz de remontar los sondeos. Sus principales rivales, Mélenchon y Yadot, han rechazado sin embargo una y otra vez su propuesta, que la propia Hidalgo acabó enterrando esta misma semana, al presentar el jueves su propio programa electoral. Las primarias populares “no van a hacer emerger una candidatura común, sobre todo cuando tres candidatos, yo incluida, dicen que esas primarias ciudadanas no son lo que permitirán despejar una candidatura común”, declaró la también alcaldesa de París, pese a lo cual, los responsables del proceso aseguran que celebrarán la votación pese a todo y a todos.
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