“Fue como una bomba, los que estaban cerca saltaron por los aires”
El marinero Ederson de Oliveira fue uno de los testigos del desprendimiento de una descomunal roca que el sábado mató a 10 turistas brasileños en un lago de la ciudad de Capitólio (Minas Gerais). Se gana la vida paseando visitantes que observan desde el lago los espectaculares acantilados. El sábado le llamó la atención la cantidad de piedras que caía de una grieta. Alarmado, viró el timón y se alejó de la pared instantes antes de la tragedia, según contó al diario Globo. Según él, menos de un minuto después, se produjo el brutal desprendimiento.
El marinero recuerda así el estruendo: “Cerca de la roca (del lugar del impacto), hubo una implosión, como una bomba, que hizo saltar a todos por los aires. Nosotros, que estábamos más lejos, vimos una ola de tres o cuatro metros. Gracias a Dios mi lancha es mayor” que las afectadas, dijo.
La caída de una inmensa roca impactó directamente sobre dos embarcaciones de las que llegan hasta ese rincón del lago Furnas navegando por bellos cañones. Los fallecidos iban todos juntos en una de ellas. Eran un grupo de familiares y amigos que pasaban el fin de semana en Capitólio. Se alojaban en el mismo hotel. Eran tres mujeres y siete hombres de entre 68 y 14 años.
El suceso también dejó heridas a 32 familias, incluidos el marinero De Oliveira, que sufrió lesiones por algunas esquirlas de la roca que se desprendió de la pared. Las tareas de rescate ya han concluido.
El marinero percibió el riesgo y tuvo una reacción que, por muy poco margen, evitó males mayores. “Fui uno de los primeros en llegar y fui a hacer una foto al personal (que estaba en la lancha), todos queremos una imagen con la catarata al fondo. Oí que caía una piedra y pensé: ‘Como está lloviendo mucho, un pedazo es normal’. Pero vi que de la grieta caían muchas otras, eso ya no era normal. Decidí apartarme y avisar al inspector que estaba en la zona para que alertara a las otras embarcaciones”. El marinero cuenta que le sorprendió que el fragmento cayera dibujando una curva (y atrapando a varios barcos) y no a plomo en vertical.
Las precipitaciones continúan siendo muy copiosas en Minas Gerais, tanto que la empresa minera Vale y otras compañías del sector han paralizado sus actividades en la región para evitar accidentes. Las lluvias también han inundado ciudades, carreteras y líneas ferroviarias. Vale, una de las mayores mineras del mundo, informó este lunes de que a causa del mal tiempo paralizaba parte de sus tareas en la región. La empresa ha sufrido dos graves catástrofes en los últimos años.
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En enero de 2019, un gigantesco depósito de residuos mineros estalló en Brumadinho y mató a 270 personas que fueron engullidas por el barro. La compañía aceptó pagar 6.800 millones por los daños causados. Años antes, en 2015, el colapso de una presa similar causó el peor accidente ambiental de la historia de Brasil. El Ministerio Público ha instado a las empresas que inspeccionan estos depósitos a reforzar la vigilancia ante la persistencia de las fuertes lluvias.
Las intensas precipitaciones de las últimas semanas en Minas Gerais contribuyeron al mortal desprendimiento de la roca, según han señalado los especialistas. La meteoróloga Estael Sias explicó los motivos de la tragedia en declaraciones a la agencia France Presse: “El largo e intenso periodo de lluvias generó una infiltración de agua en las rocas, que tuvo como consecuencia el movimiento de las rocas y la caída de la pared del despeñadero. Algunos videos muestran que minutos antes había una gran cantidad de lluvia que bajaba por las cascadas de la región con gran presión sobre las rocas”.
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