Biden promete a Zelenski “una respuesta decisiva” si Rusia invade Ucrania
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se ha comprometido con el líder ucranio, Volodímir Zelenski, a que Washington y sus socios defenderán a Kiev en el caso de que el conflicto con Rusia se recrudezca. Ambos mandatarios sostuvieron a última hora del domingo una conversación telefónica apenas tres días después de que el presidente estadounidense y Vladímir Putin marcaran las líneas rojas para las negociaciones clave que tendrán lugar en enero sobre Ucrania y la estabilidad internacional en general.
“El presidente Biden dejó claro que Estados Unidos, sus aliados y sus socios responderán de forma decisiva si Rusia invade aún más Ucrania”, explicó la Casa Blanca en un comunicado donde quiso resaltar con ese “aún más” que no se trataría de un ataque nuevo, sino de la escalada de una invasión que comenzó en 2014 con su despliegue bélico en Donbás y Crimea. Asimismo, Washington también se mostró firme en su respaldo a Kiev al señalar que lo defenderá diplomáticamente a través de las conversaciones que comenzará con Moscú en enero por tres vías: en su diálogo bilateral para la estabilidad estratégica; ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que actualmente ejerce de mediadora en la guerra de Donbás, y en las negociaciones que mantendrán ambas potencias a través del Consejo Rusia-OTAN, pese a que Putin ha insistido en los últimos meses que Kiev forma parte de su esfera de influencia y no de la Alianza Atlántica.
En su charla con Putin del pasado 30 de diciembre, Biden le advirtió de que Occidente impondrá sanciones sin precedentes a Rusia si hay una escalada con Ucrania. “La primera conversación del año con el presidente de Estados Unidos demuestra la naturaleza especial de nuestra relación”, afirmó Zelenski por Twitter. “Se discutieron las acciones conjuntas de ambos países y sus socios para mantener la paz en Europa, prevenir una escalada futura, hacer reformas y desoligarquizar Ucrania”, agregó el mandatario.
La crisis resurgió en noviembre con el despliegue de más de 100.000 militares rusos en torno a las fronteras de Ucrania. Antes, a principios del año pasado hubo otra escalada similar en la línea de contacto de Donbás, que fue templada por el encuentro de junio entre Biden y Putin en Ginebra. Sin embargo, la inteligencia estadounidense informó en otoño de una nueva presencia masiva de tropas y artillería a lo largo de toda la frontera Ucrania cuyo plan podría ser una invasión por tres frentes: Crimea, el este del país y la zona limítrofe con Bielorrusia, cuyo régimen provocó en paralelo otra crisis con Polonia al enviar a la frontera de miles de inmigrantes traídos de Oriente Medio.
Putin y Biden volvieron a hablar por videoconferencia el pasado 7 de diciembre. En aquellas conversaciones, el mandatario ruso reiteró los puntos innegociables, entre ellos que la OTAN no se expanda más al Este, y propuso negociar unas garantías de seguridad para Rusia. Y el 21 de diciembre, en una reunión con el Ministerio de Defensa, Putin subrayó al alto mando su gran preocupación: según sus informes, Estados Unidos está a punto de desarrollar armas hipersónicas como las rusas y, bajo esta cobertura, “podría armar a los extremistas del país vecino y empujarlos contra Rusia, contra algunas regiones rusas en particular… diremos Crimea”.
Precisamente Zelenski se pronunció en su discurso de año nuevo sobre la península anexionada por Rusia en marzo de 2014 tras el despliegue de soldados sin identificación, los conocidos como “hombres amables”, y sobre Donbás, en guerra contra Kiev desde abril de aquel año con el apoyo militar y financiero de Moscú. “Aquí están nuestros soldados. Creo que se tomarán fotos (en 2022) en unas Donetsk, Lugansk y Crimea pacíficas”, proclamó el mandatario a su población, según recoge el discurso publicado por la presidencia ucrania en su web.
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Unos días antes, en un encuentro con las misiones diplomáticas extranjeras, Zelenski subrayó que espera obtener este año un marco de tiempo específico para la integración de Ucrania en la OTAN. Tanto ese país como Georgia recibieron esa promesa en el encuentro de Bucarest de la Alianza Atlántica de 2008. Sin embargo, las garantías de estabilidad que exige el Kremlin a la Casa Blanca especifican que la organización debe renunciar a su ampliación al Este de Europa, el Cáucaso y Asia Central, territorios que Moscú considera bajo su esfera de influencia, pero que Washington defiende a su vez como Estados soberanos con capacidad de decisión propia. “El presidente Biden remarcó el compromiso estadounidense con la soberanía de Ucrania y su integridad territorial”, subrayó el comunicado de la Casa Blanca sobre su conversación con Zelenski.
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