“La pandemia aún no ha terminado”, avisa Olaf Scholz en su primer discurso de Año Nuevo
En su primer discurso de Año Nuevo, el canciller alemán, Olaf Scholz, ha instado a la unidad de la población alemana para combatir la pandemia. Ha aprovechado el mensaje, grabado previamente, distribuido a los medios y que se emitirá en televisión la tarde de este viernes, para anunciar una batería de nuevas restricciones para tratar de frenar la expansión del virus, que entrarán en vigor en 2022. “La transición suave, a veces casi amistosa, del antiguo Gobierno federal al nuevo ha recibido mucha aprobación en todo el mundo”, ha dicho Scholz, que gobierna en Alemania desde el 8 de diciembre junto a Los Verdes y los liberales del FDP. El socialdemócrata ha cogido las riendas del poder de la mayor economía de Europa en un tiempo marcado por la pandemia y con la variante ómicron extendiéndose por su país y por el continente.
“Todos somos conscientes de que la pandemia aún no ha terminado”, ha afirmado el socialdemócrata para destacar que la nueva cepa ha hecho la situación especialmente difícil. “Muchos de ustedes se preguntan qué ocurrirá a continuación. Les prometo que responderemos con rapidez y determinación”, ha agregado. El canciller, que tiene previsto reunirse el 7 de enero con los ministros presidentes de los länder para discutir nuevas medidas, pidió a la población que se tomara “muy en serio” la lucha contra la covid-19: “En las próximas semanas habrá restricciones claras, también para los contactos privados”.
El canciller también ha querido agradecer a la población alemana su cumplimiento de las normas sobre el coronavirus e instar a la gente a vacunarse o ponerse la dosis de refuerzo. Para ello, el Gobierno alemán dispondrá de 30 millones de dosis de vacunas adicionales en enero. “Lo que importa ahora es la velocidad. Tenemos que ser más rápidos que el virus”, ha dicho el político, “hagamos todo, pero realmente todo, para derrotar finalmente al coronavirus en el nuevo año”.
Con traje oscuro y corbata azul, el canciller dejó un mensaje de unidad al país: “Estamos al comienzo de una nueva década. Comienza una nueva era, una era que tendrá éxito si la moldeamos activamente”, ha afirmado. Ha insistido en que la lucha contra el cambio climático será una prioridad para el Gobierno alemán y ha recordado que el Ejecutivo desea que Alemania alcance la neutralidad climática en menos de 25 años: “Para lograrlo, avanzaremos con la mayor transformación que ha visto nuestra economía en más de un siglo”. Alemania tratará así de independizarse del carbón, del petróleo y del gas para reducir las emisiones, además de impulsar las fuentes de energía renovables y un plan de infraestructuras.
Cuando Alemania asuma la presidencia rotatoria del G7, turno que le toca a partir del 1 de enero, Scholz dará prioridad a hacer del grupo “un pionero de la economía neutra con el clima”. Otra cuestión que se tratará en el grupo será el actual conflicto con Rusia. El G7 ya ha amenazado de “consecuencias masivas” en caso de una invasión rusa de Ucrania. “La inviolabilidad de las fronteras es un bien superior, y no es negociable”, ha subrayado el canciller. Y ha remarcado que Alemania y la Unión Europea trabajarán juntos para abordar los crecientes retos de política exterior a los que se enfrenta el mundo: “La cooperación internacional es importante. En un mundo que pronto tendrá 10.000 millones de personas, solo podemos hacer oír nuestra voz si se une a la de muchos otros”.
Tras 16 años acostumbrados a ver a Angela Merkel, el mensaje de Olaf Scholz ha significado un cambio radical para Alemania en uno de los rituales de fin de año. La excanciller pronunció el tradicional discurso desde 2005 hasta 2020, y Scholz quiso hacerle un guiño: “Despedimos un año que ha traído consigo una serie de cambios. Un pequeño cambio es que hoy soy yo quien se dirige a ustedes en Nochevieja como su canciller federal”.
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