Demócratas y republicanos desbloquean en el Senado el debate sobre el plan de infraestructuras de Biden
El quebradero de cabeza que está suponiendo para la Casa Blanca uno de los pilares del programa económico del presidente Joe Biden ha comenzado a calmarse este miércoles cuando los senadores que negocian el proyecto anunciaron un acuerdo que se disponían a votar esta noche. Demócratas y republicanos se pusieron de acuerdo para desbloquear el debate sobre el plan de infraestructuras, cuyo objetivo es invertir 1.2 billones de dólares en un periodo de ocho años en los ya caducos puentes, carreteras, ferrocarriles y puertos de Estados Unidos.
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Hace un mes, el presidente anunció que había llegado a un pacto bipartidista para sacar adelante el plan de infraestructuras. Apenas tres días después, el 27 de junio, su ambicioso programa —que ya había sido mermado durante las negociaciones— sufrió un parón y quedó atascado. Hasta hoy, cuando el senador Rob Portman ha sido el encargado de dar la buena nueva. “Tenemos un acuerdo en los aspectos más importantes y estamos ya preparados para avanzar”, declaró Portman, al frente del equipo negociador republicano. “Hemos llegado a un pacto sobre los temas principales. Todavía tenemos que finalizar el lenguaje legislativo”, dijo el republicano por Ohio, después de que los cinco negociadores de su partido se reunieron con el líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell.
A pesar del respiro que da la votación a la Administración Biden, contra la pared en otros frentes legislativos y luchando con el incremento de casos de coronavirus, la votación es de mero procedimiento para poder comenzar a debatir el borrador que incluye la modernización de la llamada “infraestructura física” pero deja fuera de la ecuación la conocida como “infraestructura humana”, aparcando las medidas sociales y ambientales que había en la propuesta original.
Demócratas y republicanos esperan obtener a partir de ahora un fuerte apoyo de los legisladores de ambos lados del pasillo. Sellar un acuerdo bipartidista permitirá a Biden emprender esa ambiciosa agenda económica tras el voto clave que debía suceder en el Senado. Esa votación obliga a votar a favor del pacto a los 50 senadores demócratas y al menos 10 republicanos, ya que se hace necesaria una mayoría de tres quintos, o lo que es lo mismo, los 60 senadores que impone la práctica moderna del filibusterismo.
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