Miles de migrantes varados en Colombia en su ruta a Estados Unidos
Miles de migrantes están bloqueados en un pequeño puerto del noroeste de Colombia, donde aguardan embarcaciones para cruzar hacia la frontera con Panamá, siguiente parada en su travesía a Estados Unidos, informaron este miércoles organismos de socorro.
La llegada de una inusual cantidad de haitianos, cubanos, africanos y asiáticos al municipio de Necoclí en las últimas semanas superó la capacidad de la naviera local para llevarlos al municipio fronterizo de Acandí, dijo a la AFP César Zuñiga, director de la Unidad de Gestión del Riesgo de Desastres de Necoclí.
Ante la ausencia de pasos terrestres hacia la frontera, “la empresa saca 700, 750 (migrantes) en el día y en la noche llegan 1,000, 1,100, 1,200, entonces se nos va quedando un acumulado (…) de más de 10,000 personas”, detalló.
Decenas de migrantes amontonados en la playa en plena pandemia, a la espera de un cupo en un bote, se observan en imágenes compartidas por las autoridades locales. Entre ellos hay mujeres embarazadas y menores de edad, según Zuñiga. La mayoría se hospedan en hoteles o habitaciones arrendas.
En Necoclí viven alrededor de 45,000 personas, de acuerdo con la autoridad estadística.
En enero, cientos de migrantes quedaron varados en carpas improvisadas en la playa ante el cierre de fronteras impuesto para contener la pandemia.
“Esta vez es diferente (…) En este momento no hay represamiento forzado por cierre de frontera, sino más bien por la incapacidad operativa y logística de la empresa transportadora, asociado con el número tan grande de migrantes que están llegando al municipio”, precisó Zuñiga.
El golfo de Urabá, donde se encuentra Necoclí, es uno de los principales puntos de tránsito de africanos, asiáticos y haitianos que buscan cruzar hacía Panamá a través del corredor selvático conocido como Tapón del Darién. Normalmente Estados Unidos es su destino final.
En mayo, Colombia reabrió las fronteras terrestres, fluviales y marítimas con Panamá, Perú, Ecuador y Brasil, cerradas desde hace más de un año por la pandemia. En julio hizo lo propio con Venezuela.