España deja viva a Italia y se despide de la Eurocopa en los penales
Brillante en el juego, España se despidió de la Eurocopa de la manera más cruel, en los penales (4-2), tras empatar 1-1 ante una Italia menos atractiva que en los partidos anteriores, este martes en Wembley en la primera semifinal de la Eurocopa.
Por el lado italiano falló Manuel Locatelli mientras que por el español Dani Olmo lanzó fuera y Álvaro Morata se topó con Gianluigi Donnarumma.
En un partido de altos vuelos, Federico Chiesa había adelantado a la ‘Azzurra’ en el minuto 60 y Morata, que había empezado en el banquillo, logró el empate (80).
La puesta en escena española fue inmejorable. A la joven tropa de Luis Enrique no le pesó ni el escenario, una semifinal en Wembley ante 65.000 espectadores, ni el rival, una Italia que llegaba convertida en la sensación del torneo, maniatada e incapaz de encontrarse a sí misma.
Amante de las sorpresas, Luis Enrique se guardaba una carta que no había utilizado en el torneo, prescindir de su nueve de referencia Álvaro Morata, demasiado conocido para sus ‘padrinos’ en la Juventus Giorgio Chiellini y Leonardo Bonucci, y colocarles como ‘falso 9’ a Dani Olmo.
El experimento fue un éxito. El jugador del Leipzig tenía libertad para moverse por todo el frente de ataque y dio un máster de recursos, con un pero, su falta de acierto, que le ha lastrado durante todo el torneo.
En la anunciada batalla por el balón, España hizo valer casi tres lustros de experiencia con el ‘tiqui-taca’ ante una Italia que pretendía combinar desde su área y que terminaba soltando un pelotazo.
La ‘Azzurra’ llegaba poco, pero cuando lo hacía no era con balas de fogueo. Chiesa disparó al poste (4), en una jugada luego invalidada por fuera de juego, y Sergio Busquets rebañó un balón a Nicolo Barella cuando se disponía a ejecutar (21).
España, cómoda en su planteamiento pero errante en el último gesto, sumó un puñado de ocasiones en la primera parte, aunque sus atacantes extendían la falta de eficacia que mostraron ante Suiza cuando sumaron 25 sin marcar -el gol de la Roja fue en propia puerta-.
A Mikel Oyarzabal se le quedó un balón atrás cuando estaba solo ante Donnarumma (12) y luego disparó a las nubes (39) y Ferran Torres lo hizo desviado (15) tras un certero regate a Jorginho.
Desdibujada y lejos del equipo que había surfeado hasta ahora la Eurocopa, Italia tuvo que esperar hasta el 45 para sumar su primer tiro válido, cuando Emerson se encontró con el palo exterior de la portería de Unai Simón.
España continuó generando en la segunda parte, pero la portería se le seguía haciendo demasiado pequeña.
– Gol a la antigua –
Y finalmente Italia se puso por delante a la ‘antigua’. Donnarumma lanzó un contraataque y tras un balón cortado por Aymeric Laporte, Chiesa conectó desde el pico del área un disparo con rosca al palo contrario.
Tras el gol italiano, las tendencias se agudizaron. España cercó el área rival e Italia se cerró para intentar matar el duelo con otro contraataque.
Los cambios dieron una segunda vida a la Roja, especialmente Morata, fresco y con la mente despejada.
El jugador de la Juventus ofreció aliento en la primera línea de presión y en ataque hacía daño al espacio. Pero fue tirando una pared con Olmo como rompió la estructura defensiva italiana para batir a Donnarumma y mandar el duelo a la prórroga.
En su tercer tiempo suplementario del torneo -récord junto a la Portugal campeona de 2016- España tenía el ascendente anímico.
En una falta lateral Olmo amagó el centro y buscó portería, estando cerca de sorprender a Donnarumma, en una jugada en la que balón pudo entrar después tras un rebote (98).
En la moneda al aire Morata se topó con Donnarumma e Italia ya espera el domingo en la final al ganador del Inglaterra-Dinamarca.