La tercera dosis
El sistema de salud dominicano tiene en sus programas de vacunación uno de sus grandes puntales.
Esa base de organización y personal, con método y experiencia, ha hecho posible que un operativo tan extraordinario como es vacunar a una población completa para protegerla de una enfermedad desconocida para la que no había vacuna, se haya encaminado correctamente en un tiempo récord.
Ha comenzado ya la aplicación del refuerzo, una tercera dosis que ha suscitado controversia. Mientras la OMS pide que se priorice el programa de las dos dosis para todos, el gobierno acelera el atajo para lograr la inmunidad de grupo ofreciendo a los ya vacunados un refuerzo de Pfizer. El primer efecto ha sido que los centros de vacunación han vuelto a llenarse de ciudadanos en busca de su primera, segunda o tercera aplicación.
Es un privilegio disponer de la vacuna con la consistencia y fluidez con que ha llegado. El país avanza a completar la vacunación de la población meta mientras se relajan algunas medidas propiciando la recuperación del empleo. No son muchos los países los que pueden decir esto.