Producido en RD
Si la pandemia va a dejar una lección… es que la producción nacional no puede descuidarse. La reflexión la hace un industrial que ha vivido desde el primer momento y en primera fila los esfuerzos por mantener a flote el entramado productivo.
En un país en el que es más fácil importar que producir y en el que las trabas burocráticas y el precio del dinero desaniman a cualquiera con espíritu emprendedor ha quedado evidenciado que necesitamos la producción local, y no solo de alimentos, para sortear mejor los sustos.
Las mesas de trabajo que surgieron de la reunión en Palacio con todos los sectores económicos pueden ser el principio de un cambio de mentalidad.
Limber Cruz, ministro de Agricultura, avisó en este diario del riesgo que se corre por la falta de un plan de ordenamiento urbano cabal que proteja las tierras de vocación agrícola del desarrollo urbano (normalmente desordenado). En este punto sintoniza con la decisión del ministro de Economía, Ceara Hatton, que desde que asumió el cargo trabaja en el reordenamiento del territorio como eje de sus planes estratégicos.
Producido en República Dominicana. El nuevo mantra recuerda al viejo anuncio de “Zapatos italianos hechos aquí” que tan inteligentemente jugaba con la apetencia local por el producto “de fuera”.
La batalla de ahora no se enfoca en la escasez, que nunca fue un problema. Ni por la vacuna, que está disponible y ya con provisiones para la tercera dosis. Ahora es por la apertura de los horarios que piden los restaurantes, la recuperación al 100% de los puestos de trabajo (muy relacionado con lo anterior) y por los precios.
El ánimo, dice otro empresario es “cautelosamente optimista”. Sin duda, una atinada descripción.