La hora de las gobernadoras
Seis candidatas a una gubernatura se hacen fuertes para ganar en los Estados que participan este 6 de junio en las elecciones. En algunos casos, como Colima o Tlaxcala, es muy posible que gane una mujer. Los próximos comicios apuntan a batir el récord del mayor número de mujeres en este puesto de la historia del país. La foto de los mandatarios, tradicionalmente hombres, al frente de uno de los cargos ejecutivos con más poder después del presidente está a punto de cambiar para siempre. EL PAÍS dialoga con algunas de ellas, conscientes de que este 2021 será un punto de inflexión para el movimiento feminista. Es la hora de las gobernadoras.
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Para entender cómo México ha llegado a tener el mayor número de candidaturas mujeres de su historia política es necesario remontarse a 1953. En ese año, las mujeres logran el derecho al voto y a ser elegidas a un cargo de elección popular. “Pero no fue hasta 1996 que comenzó a regularse esta medida”, explica en una entrevista por teléfono la diputada federal de Movimiento Ciudadano Martha Tagle, que ha empujado medidas feministas desde hace décadas. Y aunque desde entonces y hasta ahora ha habido algunos ejemplos -nueve mujeres han obtenido el cargo de gobernadora (dos de ellas interinas)- Tagle explica que eran “mujeres símbolo”, colocadas por los partidos, pero no existía una obligación de incluir en sus boletas candidatas a puestos ejecutivos.
La paridad no se obtiene hasta 2014, cuando se incluye por primera vez en la Constitución. Y no llega por una voluntad política, sino por sentencias en los tribunales que crearon jurisprudencia, es decir, por la lucha feminista de decenas de mujeres que pedían obtener garantías para ese derecho. Hace solo tres años, en julio de 2019, una sentencia de la Suprema Corte, avalaba la paridad en todos los cargos, hasta ese momento eran solo legislativos. El golpe sobre la mesa lo dio también el Instituto Nacional Electoral, que a finales del año pasado ordenó que cada partido debía incluir al menos 7 mujeres de sus 15 candidatos a gobernador. Una medida que provocó las impugnaciones de algunos partidos, especialmente el conservador PAN, según recuerda Tagle. El líder de Morena, llegó a calificar la medida del órgano electoral como una “invasión” a las competencias de los partidos, aunque muchos senadores de la formación de gobierno también se sumaron a la impugnación. Pero finalmente la medida siguió adelante y condujo a México ante un momento histórico en estas elecciones estatales, locales y legislativas de junio.
“Teníamos un precedente de hace 40 años en Colima, con Griselda Álvarez. Pero sería esta la primera vez que se logra por una vía absolutamente democrática. Recordemos que antes, con un partido único [el PRI] las vías eran completamente distintas”, señala la candidata de Morena a gobernar Colima, Indira Vizcaíno. “Estamos viviendo un hecho histórico, en el que por primera vez seamos tantas en este cargo en el mismo momento”, añade.
Vizcaíno cuenta convencida de que, independientemente del color que gane en las entidades, el hecho de que llegue una mujer a ese puesto, es un gran triunfo para la causa feminista. “Sabemos que cuando hay una mujer en un puesto de poder, el resto de mujeres de su entorno empiezan procesos de empoderamiento. Confían más en las instituciones, se acercan porque saben que las vamos a proteger, que les vamos a creer, que no van a ser prejuzgadas, en los casos de violencia”, cuenta.
La candidata a Colima reconoce que muchas de sus rivales y otras candidatas del mismo partido no necesariamente llegarán al puesto con una conciencia feminista: “Pero al final del día somos mujeres y hemos vivido diferentes tipos de violencia, hemos tenido miedo, eso ayuda a generar empatía natural. Muchas no identifican estos círculos de violencia, pero eso no las convierte en machistas. Somos víctimas. Y lo importante es que por primera vez podemos hacer pactos entre nosotras para establecer una agenda feminista”, adelanta Vizcaíno, que ya ha entablado conversaciones sobre este punto con las candidatas de Tlaxcala y Baja California y la jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum.
Muchas de las candidatas a gobernadora no presentan en su agenda un programa feminista. El tema de la regulación del aborto, en algunos Estados conservadores y católicos, sigue siendo un tabú. “Es muy complejo tocar ese tema. Yo siempre he sido muy respetuosa y siempre respetaré la decisión de una mujer, porque abortar es una decisión muy difícil”, señala sobre este punto conflictivo la candidata de Morena por Tlaxcala, Lorena Cuéllar. El Estado es uno de los que más candidaturas de mujeres ha presentado.
“He sido una luchadora de las mujeres. Cuando inicié en la política era la única mujer y todos eran hombres: para presidente municipal había 19 hombres y solo una mujer. Me gusta brincar las barreras, lograr mi sueño”, apunta Cuéllar. “Esto va a ser un parte aguas que le abra el camino a miles de mujeres que vienen detrás”, añade.
En Querétaro, Celia Maya (de Morena), compite con Mauricio Kuri (del PAN), y aunque su principal rival se encuentra alejado de ella en el primer puesto en las encuestas, Maya cuenta orgullosa que este año “vamos a ver una diferencia”. “Está reconocida la sensibilidad de las mujeres y la capacidad de ver más allá. Sabemos administrar y somos cuidadosas con el dinero. Pero sobre todo, como no tenemos la experiencia de estar en este tipo de cargos o en el mundo de los negocios, el riesgo de que seamos corruptas es mucho menor”, explica.
A Layda Sansores, candidata de Morena a la gubernatura de Campeche, le han llegado a decir en campaña que “de qué prostíbulo salió”. Sansores ha sido una de las candidatas más polémicas de este proceso electoral, los ataques de sus rivales por corrupción y sus vídeos opinativos en las redes, la han convertido en tema de conversación nacional. Ha sido alcaldesa de la delegación Álvaro Obregón en la capital, y este año vuelve a su tierra. Sus rivales la acusan de pertenecer a una saga familiar del PRI en Campeche, donde no ha gobernado otro partido en la historia de la entidad, aunque ella señala que afirmar eso implica “no tener memoria”. “Hace 25 años que me salí del PRI y que estoy caminando junto a Andrés Manuel [López Obrador]”, responde.
Sansores es una de las candidatas que más menciona a López Obrador. Y siente que Sheinbaum marcó un precedente para la capital que se puede exportar al resto de Estados. “Las mujeres tenemos otra mirada, otra forma de hacer las cosas. Aquí en Campeche no ha gobernado nunca ninguna. Caminamos entre piedras que nos mandan únicamente por ser mujer. Yo ya me acostumbré, sé que es parte del juego político”, añade la candidata. Además de insultarla, la han atacado por su edad, 75 años: “Me dicen que estoy vieja, que estoy cansada. Pero no entienden que la juventud no se mide por años, los que luchan y se rebelan serán siempre jóvenes”, alega.
En la mayoría de los Estados donde en estas elecciones las candidatas pueden gobernar, no ha habido nunca una gobernadora mujer. Tal es el caso de Campeche, pero también Baja California y Chihuahua. Hasta ahora, el mayor número de mujeres que se presentaba en la foto oficial de gobernadores eran dos y esa ha sido la máxima representación femenina de la historia de México en una misma legislatura: Claudia Sheinbaum (por la capital) y Claudia Pavlovich (del PRI, en Sonora).
Las elecciones del próximo 6 de junio provocarán, por muy mal que les vayan los resultados, un vuelco a la tradición masculina en ese cargo. Nunca hubo tantas candidatas y jamás estuvieron tan fuertes en las encuestas. “Las cosas han empezado a cambiar y nos van a ofrecer otro rostro de la política, ya no es de los señores. Porque incluso tendrán que cambiar los modos”, advierte Tagle. Y añade: “Aunque la mayoría no tenga esta conciencia de género, en el ejercicio del cargo lo asumirán, porque se enfrentarán a las desigualdades siendo mujer en un puesto de esta naturaleza”. Por otra parte, Tagle advierte: “Los hombres siempre buscarán mecanismos para controlar el poder, el caso de Evelyn Salgado [hija del excandidato Salgado Macedonio, en Guerrero] es el caso más representativo, pero cada vez lo tendrán más difícil”.
Metodología y fuentes. Para el cálculo de la media de encuestas, se han considerado las últimas siete encuestas de siete casas o medios diferentes publicadas oficialmente en cada una de las entidades federativas analizadas. Se trata de una media simple que recoge la intención bruta, no efectiva (es decir, sin eliminar del cálculo los que declaran no saber o no responden a quién piensan votar). Está centrado exclusivamente en las 2 o 3 candidaturas con mayor intención declarada en cada lugar. Como tal, se trata de un ejercicio apenas indicativo del grado de apoyo de las candidatas y candidatos, que no busca pronosticar el resultado final de las contiendas electorales.
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