La comunidad internacional movilizará 100.000 millones de dólares para África y pide levantar las patentes de vacunas
En materia sanitaria, África parece haber sorteado lo peor de la pandemia, con apenas 130.000 muertos oficialmente contabilizados por el coronavirus en todo el continente. En el aspecto económico, las cosas son muy distintas. El combate contra la covid-19 ha dejado las arcas nacionales “exangües”, advirtió este martes el presidente de la República Democrática del Congo y jefe de turno de la Unión Africana, Félix Tshisekedi. El coronavirus ha sumido todo el continente en su primera recesión en un cuarto de siglo y este 2021 crecerá la mitad (3,2%) que la media mundial. Para evitar el hundimiento total de una región clave, pero carente de mecanismos como Europa o Estados Unidos para reactivar la economía, una treintena de jefes de Estado y de gobierno africanos y europeos, así como los dirigentes de las principales instituciones internacionales del planeta, se reunieron este martes en París.
En una cumbre organizada por el presidente francés, Emmanuel Macron, se decidieron varios primeros pasos: el compromiso de movilizar hasta 100.000 millones de dólares hacia el continente de forma inmediata para que este pueda recuperarse de la pandemia y alargar la moratoria de la deuda este año, mientras se trabaja a más largo plazo en un “New Deal africano” que cambie —y sanee— de una vez las dinámicas de crecimiento en el continente. En materia sanitaria, los mandatarios acordaron aumentar significativamente —de 20% a 40%— el objetivo de población africana vacunada mediante la iniciativa Covax e instaron también a levantar las restricciones para permitir que África pueda producir sus propias vacunas.
“Apoyamos las transferencias de tecnologías y (…) la demanda de levantar las restricciones en términos de propiedad intelectual que bloquean la producción de vacunas del tipo que sean”, dijo Macron al término de la cumbre.
“Este momento puede ser una oportunidad para responder al inmenso desafío que no hemos querido reconocer del todo en los últimos años” respecto a África, agregó Macron tras un encuentro al que también estaba invitado Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno español tuvo que cancelar su presencia este mismo martes debido a la crisis migratoria de Ceuta, una muestra gráfica de la importancia de mejorar las oportunidades de futuro del continente africano.
París es un primer paso importante, pero que todos los participantes reconocen insuficiente. Según la directora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, solo hasta 2025 África necesitará una financiación adicional de unos 285.000 millones de dólares, “como mínimo”. “No vamos a cambiar la vida del continente africano y su relación con el resto del mundo en un solo día”, reconoció Macron, quien sin embargo aseguró que hay una nueva “toma de conciencia” y la disposición a lanzar una nueva “dinámica” hacia el continente.
Esta empezará con negociaciones en todas las capitales para cumplir la promesa de 100.000 millones de dólares, que deben provenir del FMI. El organismo tiene que aprobar en junio emitir Derechos Especiales de Giro (DEG, la moneda nominal del FMI) por 650.000 millones de dólares (535.000 millones de euros). África tiene derecho a 33.000 millones de dólares, 24.000 millones de ellos para los países subsaharianos. Una cifra claramente insuficiente ante los desafíos de la región, por lo que los participantes en la “cumbre sobre la financiación de las economías africanas” en París han acordado, anunció Macron, trabajar hasta octubre para que los países más desarrollados, que recibirán el grueso de estos DEG —400.000 millones, ya que se distribuyen en función de las cuotas de cada país en el FMI— puedan reasignar su parte —o una fracción— a los países más necesitados, como los africanos. “Francia está dispuesta, Portugal también, varios países presentes estamos dispuestos a reasignar los DEG que nos tocan”, aseguró Macron. La secretaria norteamericana del Tesoro, Janet Yellen, que participó por videoconferencia, también se mostró dispuesta a estudiarlo, aunque subrayó que esto debería ir acompañado de una “mayor transparencia y rendición de cuentas en torno al uso de los DEG”.
La jefa del FMI se mostró confiada en que las negociaciones llegarán a buen término. Algo importante también para las economías avanzadas porque, recordó Georgieva, “crecimiento y estabilidad en África significa prosperidad y estabilidad en Europa”.