En el aire el combate entre Joshua y Fury de unificación de los pesos pesados
El primer combate entre los boxeadores británicos Anthony Joshua, de 31 años y campeón del mundo AMB, FIB y OMB de los pesos pesados, y Tyson Fury, de 32 años y campeón WBC, anunciado en marzo y programado este verano (boreal), fue puesto en duda por el clan Fury.
«El combate de julio o agosto está en punto muerto en lo que a nosotros respecta», declaró el jueves el promotor de Tyson Fury, Bob Arum, al diario The Telegraph. La celebración de dos combates entre ambos boxeadores, uno en verano y otro antes del invierno, se desveló hace un mes y medio.
De su lado el promotor de Joshua, Eddie Hearn, aseguró el mismo día que estaba «seguro al 100%» de que el combate tendría lugar, pese a las preocupaciones por los retrasos en la finalización del contrato.
La situación no es muy diferente al culebrón del combate previsto entre Joshua y el estadounidense Deontay Wilder, anterior poseedor del cinturón WBC, arrebatado por Fury, que nunca llegó a concretarse.
Deseosa desde hace unos años de abrirse al mundo a través del deporte, Arabia Saudita, donde Joshua ganó una revancha contra Andy Ruiz Jr en diciembre de 2019, habría ofrecido 150 millones de dólares (124 millones de euros) para organizar el evento.
Pero el impacto de la pandemia del COVID-19, especialmente en lo referente al aforo y los desplazamientos, parece complicar las cosas.
El legenadrio Bob Arum, de 89 años, cree que no será posible llegar a un acuerdo a tiempo y ha pedido a los boxeadores que «vayan a hacer otros combates este verano mientras se cierran las negociaciones en Medio Oriente».
«Los sauditas tardarán meses en hacer las comprobaciones necesarias en un acuerdo tan grande», añadió.
En su opinión, «no se trata solo de la elección del sitio, hay exigencias de los sauditas que se extienden a los acuerdos de difusión y otras cosas. Pueden pasar meses hasta que esté todo listo. Podría tardar incluso hasta 2022, visto el cariz de los acontecimientos».
«Es absurdo que Hearn diga que el acuerdo está hecho. Si solo hubiéramos hecho un acuerdo sobre el lugar sin las otras complicaciones que han surgido, ya tendríamos una pelea. Fury está furioso por esto y se niega a seguir esperando», aseguró Arum.
El combate, de celebrarse, promete ser el mejor pagado de la historia del boxeo británico, ya que los dos boxeadores poseen entre ambos los cuatro principales títulos mundiales de los pesados.