Concierto piloto de Barcelona podría abrir paso a más
Eventos culturales medianos se podrían hacer sin distanciamiento social, pero tomando otras precauciones, después de que un concierto piloto con 4.500 asistentes con cubrebocas, que se habían sometido a pruebas de COVID-19, no produjo brotes significativos, dijeron los organizadores el martes.
El equipo médico de un hospital local que supervisó los protocolos de salud para el concierto del mes pasado en Barcelona dijo que un análisis de los datos de salud encontrados reveló seis casos positivos en las dos semanas tras el evento entre las personas que habían asistido.
Los organizadores dijeron que ninguno de los infectados requirió hospitalización y que cuatro de ellos señalaron que sospechaban el origen de su infección era de otra parte fuera del concierto.
De acuerdo con el médico Josep María Llibre, las seis infecciones son menores al contagio promedio de Barcelona en ese momento. Agregó que los seis se pueden extrapolar a una incidencia de 131 casos por 100.000 personas cuando el conteo en la ciudad en ese mismo periodo era de 260 casos por 100.000 habitantes.
Las autoridades de salud dieron un permiso especial para permitir hasta 5.000 personas en el concierto de la banda de rock Love of Lesbian.
Las personas que compraron boletos se sometieron a una prueba de antígenos ese mismo día. Si resultaban negativos podían ingresar al concierto en el que no había reglas de distanciamiento social, pero que requería el uso de mascarillas de alta calidad.
Las autoridades locales de Barcelona también estuvieron presentes el martes cuando se presentaron los resultados.
Un grupo de organizadores de conciertos detrás de la iniciativa dijo que es un programa piloto que puede ayudar a reiniciar los eventos culturales pues el sector ha sufrido con un año de restricciones por la pandemia.
“Hay luz al final del túnel”, dijo el organizador Jordi Herreruela sobre los resultados.
También en Cataluña, en la ciudad de Girona, se está experimentando con una iniciativa similar para ayudar a los restaurantes afectados duramente por los cierres a recuperarse y a que la gente comience a animarse a salir.
Girona, una ciudad de 100.000 habitantes cerca de la frontera con Francia, está en su segunda semana del programa “Obrir Girona” (abrir Girona) donde la gente puede ir a restaurantes selectos y otros eventos después de verificar que representan un riesgo bajo de infección.
Por medio de una aplicación de celular, los participantes pueden demostrar que han sido vacunados, han tenido el virus, o tienen una prueba de antígenos negativa que se realiza en farmacias designadas. Una vez aprobados los usuarios pueden cenar en restaurantes específicos y asistir a algunos conciertos y eventos deportivos.