Bruselas aumentará los fondos para incentivar el retorno voluntario de los migrantes irregulares
La Comisión Europea ha aprobado este martes una estrategia para potenciar el retorno voluntario a sus países de los migrantes en situación irregular, una de las asignaturas pendientes, según Bruselas, de la política migratoria común. Bruselas propone mejorar la coordinación entre los Estados miembros para aplicar una política de devolución más coherente y se ofrece a cubrir con el presupuesto comunitario la mayor parte de los costes ligados a los programas de retorno y reintegración de los migrantes expulsados.
En la actualidad, apenas el 9% de las personas que reciben una orden de expulsión abandonan voluntariamente el territorio de la UE, según los datos facilitados por los Estados miembros. Bruselas considera imprescindible aumentar esa cifra, entre otras cosas, porque las salidas voluntarias resultan hasta siete veces más baratas que las devoluciones forzadas. Un estudio del Parlamento Europeo calcula que cada retorno voluntario requiere una financiación de 560 euros frente a los 3.414 euros de una expulsión a la fuerza.
La estrategia para aumentar los regresos voluntarios se basará en la figura de un coordinador de retornos y una red de alto nivel de autoridades nacionales que ofrecerá apoyo técnico a los países que lo necesiten e intentará explotar la experiencia de los socios con sistemas más ágiles de retorno. La Comisión Europea y la agencia europea de fronteras (Frontex) desarrollarán manuales de instrucción para los funcionarios encargados de gestionar las devoluciones. Y Frontex desplegará sus propios expertos como parte del cuerpo de guardias de fronteras que está creando.
Más información
Bruselas también ofrece mayor financiación para los programas de retorno. En el último marco financiero de la UE (2014-2020), el presupuesto comunitario podía cubrir hasta el 75% del coste. En el nuevo período (2021-2027), la Comisión se muestra dispuesta a elevar ese porcentaje. La Comisión cuenta para ello con una partida de unos 7.900 millones de euros del NDICI (Instrumento de Vecindad, Desarrollo y Cooperación Internacional) para gastos relacionados con la migración.
Pero además, dispone de 9.800 millones de euros del Fondo de asilo, migración e integración para el mismo período de siete años. Y anima a los Estados a aprovechar esa abultada partida para financiar las estructuras administrativas y logísticas vinculadas a la política de retorno. Bruselas recuerda que en el último período presupuestario, los 27 países solo asignaron 1.000 millones de euros en total a ese tipo de gastos, por lo que en el nuevo período podría multiplicarse sustancialmente.
La Comisión espera que la mayor financiación europea y el impulso a la coordinación multiplicarán también el número de retornos voluntarios, lastrado ahora, según Bruselas, por la fragmentación y disparidad de las políticas nacionales. “Hay divergencias en el ámbito de aplicación, que en algunos casos solo cubre a los solicitantes de asilo rechazados, en los procedimientos y en el nivel de asistencia que se ofrece a las personas devueltas”, señala la Comunicación sobre la nueva estrategia aprobada por la Comisión presidida por Ursula von der Leyen.
El vicepresidente de la Comisión para la promoción del estilo de vida europeo, Margaritis Schinas, ha asegurado que “los retornos son más eficaces cuando son voluntarios y van acompañados de verdaderas opciones de reintegración”. Schinas cree que la nueva estrategia, que forma parte del pacto migratorio propuesto el año pasado, “fomentará un planteamiento más uniforme y coordinado entre los Estados miembros para aprovechar todo su potencial”.
El documento apunta que las divergencias socavan la confianza de los migrantes con orden de expulsión y de los países de origen. E incluso menciona que la diversidad de las ayudas ofrecidas por los Estados a cambio de la salida voluntaria “crean tensiones cuando los retornados comparan su situación durante las operaciones de devolución conjunta o una vez en su país de origen”. La Comunicación aprobada por la Comisión llega a hablar de un cierto turismo de expulsión: “La fragmentación puede estimular y provocar movimientos no autorizados de los migrantes irregulares para elegir el programa nacional que encaje mejor con sus intereses individuales”.
Bruselas quiere acabar con esas disparidades. Y, sobre todo, acelerar los procedimientos de salida voluntaria porque, según el documento, “está claro que cuanto antes se devuelve a un migrante irregular, mayor es la probabilidad de que la devolución sea aceptada por el migrante”. Ese objetivo pasa, según la nueva estrategia, por “hacer más efectivas” las devoluciones en la misma frontera por donde se produce la entrada irregular.
La comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, considera: “Nuestra primera estrategia de retorno voluntario e integración ayudará a los retornados a aprovechar las oportunidades en sus países de origen, contribuirá al desarrollo de su comunidad y generará confianza en nuestro sistema migratorio para hacerlo más eficaz”.