Penas de ocho a 18 meses de cárcel para nueve destacados líderes prodemocracia en Hong Kong
Nueve destacados líderes del movimiento prodemocracia de Hong Kong han sido condenados este viernes a cumplir penas de entre ocho y dieciocho meses de cárcel por haber participado en dos de las mayores manifestaciones que paralizaron la antigua colonia británica en 2019. Entre los condenados, que habían sido juzgados y declarados culpables el pasado 1 de abril, se encuentra el magnate de medios de comunicación Jimmy Lai, de 73 años y que deberá pasar 14 meses en prisión. El exdiputado Martin Lee, de 82 años y considerado el “padre de la democracia” en el enclave, ha recibido una pena de 11 meses, aunque se le permitirá la libertad condicional.
Los nueve habían sido declarados culpables de organización y participación en una marcha por el centro de Hong Kong el 18 de agosto de 2019 sin contar con el necesario permiso de la policía.
Lai, fundador del periódico de oposición Apple Daily, ha sido sentenciado a 11 meses de prisión por su participación en aquella manifestación, y otros ocho por su papel en otra marcha celebrada el 31 de agosto. El cumplimiento de ambas penas se solapará parcialmente.
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Entre el resto de los acusados, dos se habían declarado culpables antes del juicio, los exdiputados Au Nok-hin y Leung Yiu-chung. Au ha sido condenado a 10 meses de cárcel, y Leung, a ocho, aunque este último quedará en libertad condicional y solo cumplirá la condena en el caso de que reincida durante los dos próximos años. Otros dos exlegisladores, Margaret Ng y Albert Ho, también quedarán en libertad condicional, bajo la amenaza de cumplir un año de cárcel si el juez vuelve a encontrarles culpables de otros delitos en los siguientes 24 meses.
En el juicio del pasado día 1, los fiscales acusaron a los políticos y activistas de haber convertido una concentración en el principal parque de Hong Kong, que sí había recibido las autorizaciones necesarias, en una marcha que bloqueó las principales avenidas del centro de la ciudad. Los jueces les dieron la razón.
Los abogados defensores habían alegado que sus clientes, simplemente, habían tratado de desviar al público que desbordaba el recinto para evitar una aglomeración excesiva que hubiera podido resultar peligrosa. Según calculó entonces la asociación que organizaba la manifestación, el Frente de Derechos Humanos y Civiles de Hong Kong, ese día se concentraron 1,7 millones de personas. La marcha se desarrolló de manera pacífica.
La condena contra los activistas llegó dos días después de que China aprobara una reforma electoral para la antigua colonia británica que, en la práctica, impedirá que la oposición pueda ocupar posiciones de poder. El año pasado, Pekín ya impuso una draconiana Ley de Seguridad Nacional que ha erosionado el régimen de libertades de que disfruta el enclave.
“La presentación indebida de cargos, la declaración de culpabilidad y condena de estos activistas subraya la intención del Gobierno de Hong Kong de eliminar toda oposición política en la ciudad”, ha considerado la directora para Asia Pacífico de Amnistía Internacional, Yamini Mishra, en un comunicado. “Tras haber arrestado a la mayoría de los disidentes más prominentes de Hong Kong mediante la represiva Ley de Seguridad Nacional, las autoridades ahora cargan contra los críticos pacíficos que quedaban, con el pretexto de cargos falsos relacionados con las protestas de 2019”.