El juicio por la muerte de George Floyd se adentra en la recta final
El expolicía Dereck Chauvin, acusado de asesinar a George Floyd, ha invocado este jueves su derecho a acogerse a la quinta enmienda de la Constitución para no testificar en el juicio en su contra en el tribunal del condado de Hennepin (Minneapolis). El juez Peter A. Cahill ha asegurado que instruirá al jurado antes del proceso de deliberación —previsto para la próxima semana— para que no tengan en cuenta la decisión de Chauvin de guardar silencio y que esta juegue en su contra, pues está en su derecho de no declarar. La defensa del exagente ha llamado esta semana a varios testigos, entre ellos doctores y policías, para intentar demostrar que el uso de drogas y una afección cardíaca fueron las causas de la muerte de Floyd, y no una asfixia producida por Chauvin, quien clavó su rodilla en el cuello del afroamericano durante más de nueve minutos en una detención que acabó con la muerte del desde entonces símbolo del movimiento racial.
El martes comenzó el turno de la defensa de Chauvin para llamar a testigos. Durante semanas se había especulado si el expolicía subiría al estrado para narrar su versión de los hechos. Esta mañana le ha dicho al juez que no. Si testificaba, se exponía a un contrainterrogatorio de los fiscales, quienes seguramente hubieran reproducido una vez más el brutal vídeo del arresto que movilizó a gran parte de los estadounidenses en plena pandemia, provocando la mayor protesta racial en medio siglo contra la brutalidad policial hacia los negros. También podría haber sido una oportunidad para mostrar arrepentimiento e intentar generar cierta empatía en el jurado.
La decisión de no testificar se anunció un día después de que un patólogo forense, llamado a declarar por la defensa de Chauvin, dijera que Floyd murió de una alteración repentina del ritmo cardíaco como resultado de su enfermedad de corazón. Esa versión contradice la de los expertos médicos que convocó la Fiscalía, quienes concluyeron que la muerte de Floyd se produjo por la falta de oxígeno debido a que el exagente clavó la rodilla en su cuello durante 9 minutos y 29 segundos. Las autoridades policiales que subieron al estrado las primeras semanas también declararon que Chauvin violó el protocolo del Departamento de la Policía de Minneapolis. Para que el jurado encuentre culpable al acusado, sus acciones solo deben haber sido un “factor causal sustancial” de la muerte del afroamericano, no el único motivo.
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Tras tres semanas de interrogatorios a testigos, autoridades policiales y médicos, el histórico juicio está en la recta final. Para el lunes están programados los argumentos finales de ambas partes y después el jurado comenzará el proceso de deliberación. Los 14 miembros del jurado, de los cuales solo 12 deliberarán, serán recluidos la próxima semana, antes de que determinen el destino de Chauvin. Para los millones de manifestantes que salieron a las calles en apoyo al movimiento Black Lives Matter, este juicio es un referéndum al sistema judicial de Estados Unidos, que consideran injusto con los afroamericanos. Son escasas las ocasiones en que un policía termina en el banquillo cuando un ciudadano muere bajo su custodia, y son menos las que va a la cárcel por asesinato.
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