Chile aplaza a mayo las elecciones constituyentes debido a la pandemia
El Parlamento de Chile aprobó este martes el aplazamiento por cinco semanas de las elecciones constituyentes, municipales y regionales previstas para el 10 y 11 de abril por el agravamiento de la pandemia, una postergación que ve luz verde tras un enconado debate parlamentario.
El cambio de fecha al 15 y 16 de mayo fue propuesto por el Gobierno chileno el pasado 29 de marzo y, desde entonces, ha tenido que sortear un arduo trámite en ambas cámaras hasta su despacho definitivo este martes en el Senado.
Más de 14.7 millones de chilenos están llamados a elegir a sus representantes municipales y regionales -hasta ahora los gobernados eran designados por el Ejecutivo-, pero también a los 155 delegados que redactarán una nueva Constitución, un proceso que se fraguó tras las graves protestas de 2019.
La demora para oficializar la postergación se debió a las diferencias en pequeños detalles electorales entre el oficialismo y la oposición, que la semana pasada accedió a mover los comicios a cambio de mayores restricciones de movilidad para contener la pandemia y un paquete de medidas económicas para ayudar a las clases medias durante los próximos meses.
Luego de un infinito debate y a menos de cuatro días para los comicios, los parlamentarios resolvieron suspender las campañas electorales hasta el 28 de abril y que los alcaldes que habían dejado sus cargos para optar a la reelección vuelvan hasta el 15 de abril.
Los diputados y senadores rechazaron, sin embargo, la declaración como feriados de los días de la elección, la condonación durante el periodo de postergación de los intereses de los bancos para los candidatos que pidieron créditos para realizar la campaña y la gratuidad del transporte para alentar la participación.
La postergación implica además que la segunda vuelta de las elecciones de gobernadores regionales pasen del 9 de mayo al 13 de junio, mientras que las primarias presidenciales se realizarán el 18 de julio.
Con la ocupación hospitalaria al 95 %, más del 83 % de la población confinada y cifras récord de contagios debido a la expansión de nuevas variantes, Chile atraviesa el peor momento de la pandemia, pese a su avanzado proceso de vacunación.
Desde el pasado 3 de febrero, más de 7 millones de personas han recibido al menos una dosis de la vacuna contra el COVID-19 (más de cuatro millones con las dos inyecciones), lo que coloca a Chile como uno de los países con más porcentaje de la población inoculada.
El Gobierno chileno cree que los primeros efectos de la vacunación se notarán a mediados de abril y confía que para las elecciones de mayo haya 9.3 millones de personas con al menos una dosis de la vacuna. La inmunidad de rebaño se espera para finales de junio.